ETIQUETA Y PROTOCOLO

¿Cómo utilizar las joyas?

Las joyas son un complemento de lujo que nos permite conseguir el toque de distinción que queremos dar a nuestro vestuario. Pero ¡cuidado!, porque el abuso de las joyas, la bisutería o el exceso de barroquismo en la elección de las piezas puede dar el efecto contrario.

Es importante saber que aunque se posea muchas joyas de gran valor, tampoco se trata de que salga a la calle con todas ellas puestas.

Por un lado, supone un gesto innecesario de ostentación y, por otro, en lugar de proyectarse como una persona elegante, puede dar una imagen excesivamente artificial.

Tenga en cuenta la hora del día Para las mujeres, en el día, podemos utilizar bisutería o accesorios combinados con otros materiales (madera, nácar, etc).

Para la oficina, usar joyas exageradas no es apropiado (usted querrá ser distinguida por su capacidad y desempeño profesional, no por desviar la atención hacia sus prendas o accesorios cuando está hablando con una persona). Para las ocasiones formales o actos nocturnos podemos usar joyas más brillantes o aquellas clásicas o de bisutería fina. Para una boda, por ejemplo, no olvide lo que tratamos en una columna pasada: lo discreto, delicado y clásico nunca pasa de moda y siempre le hará quedar bien.

La regla de oro En la elección de las joyas la regla de oro es que la calidad debe primar sobre la cantidad. Es preferible llevar unos aretes y un anillo, por poner un ejemplo, de oro amarillo, oro blanco, plata con o sin incrustaciones de piedras preciosas o una bisutería fina y delicada, a sobrecargarse de muchas piezas de bisutería de mala calidad. Siempre es mejor poco pero auténtico que mucho de imitación. No significa que no es elegante llevar bisutería, por supuesto que no estamos diciendo eso, pero el buen gusto en la elección personal de la joyería o la bisutería radica en una mezcla de sencillez y discreción

Los hombres En los hombres las normas son más estrictas y, de acuerdo con la etiqueta internacional, los caballeros no tienen muchas opciones. A menos que usted sea un artista urbano, no resultaría de muy buen gusto, en cuanto a elegancia y sencillez, que el hombre se adorne con anillos, pulseras, cadenas, etc., que pueden contribuir a una imagen de artista (que a ellos les pega, pero a usted no) o, quizás, poco varonil. Obviamente que la moda actual permite que esté más aceptado que use alguna pieza; sin embargo, es preferible que se mantenga clásico en el uso de joyas en su imagen personal, ya sea para sus eventos formales sociales o, más aún, para sus reuniones de negocios: un anillo, un buen reloj, los gemelos de la camisa, todo bien escogido, pueden aportar cierta distinción.

La belleza de la sencillez Es importante tener lógica para no recargarnos, entender que la mayoría de las veces menos es más, y que una buena joya resulta agradable a la vista y se luce, siempre que sepamos la ocasión adecuada, la hora oportuna y el vestuario correcto.

No todo lo caro es necesariamente bonito y una bisutería fina, bien elegida, también puede hacer perfectamente la función.

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