Las Sociales

VISITA DE ESTADO

El estricto protocolo del Palacio de Buckingham

?Carmen Lucas Torres | Especial para Listín DiarioSanto Domingo

La reina Isabel II de Inglaterra se ha caracterizado por el respeto absoluto de las costumbres monárquicas. Así que los reyes, Felipe VI y Letizia, tuvieron que repasar el extenso protocolo a seguir frente a “Su Majestad”. Por ejemplo, en la cena de gala que se ofreció en el Gran Salón de Baile, nadie podía comenzar las conversaciones antes que Isabel II.

Los invitados tienen que conversar primero con los comensales que tienen a sus lados antes de dirigirse directamente a quienes tienen enfrente. Son normas victorianas que la reina se empeña en salvaguardar. La Reina se sienta en el centro de la mesa.

En la recepción de gala de Jefes de Estado, los hombres, por norma, deben vestir corbata blanca y las mujeres llevar tiara.

La manera de conversar o hablar con la reina Isabel II y con el príncipe Felipe de Edimburgo, siempre debe ser manteniendo una distancia prudente.

A los reyes no se les hacen preguntas, y para dirigirse a ellos siempre debe usarse el tratamiento “Su Majestad”. Ni a los reyes del Reino Unido ni a los de España se les hace esperar. Al contrario, a ellos deben esperarlos todos los invitados.

Está prohibido fotografiar a los reyes cuando comen. De ahí que en los banquetes oficiales de gala, únicamente se permiten imágenes de los brindis.

Los apretones de mano, abrazos y besos para la reina Isabel II están prohibidos, la reverencia o un saludo cordial es suficiente.

UNA MESA DIGNA DE REYES Para estas ocasiones la mesa en el Palacio de Buckingham se prepara con tres días de antelación. Un trabajo minucioso que incluye la selección de la porcelana, pulir la plata, colocar los antiguos candelabros y encender las más de cien velas que iluminan el comedor con capacidad para 170 comensales. La Reina en persona es quien supervisa cada detalle, desde el menú hasta las flores.

En la mesa presidencial se colocaron varios peces de oro, un detalle lleno de significado que don Juan Carlos y doña Sofía regalaron a la Reina y al Duque de Edimburgo en ocasión de su 50 aniversario de boda.

Tags relacionados