Dos generaciones: Un gran legado
Mantener un negocio durante treinta años y que cada día sea más próspero, es un trabajo arduo. Julio Curiel de Moya, propietario de farmacia Carol, se encargó de tener quien continúe con su legado.
Es por esto que es su hijo, Julio Rafael Curiel, quien cuenta la historia de esta empresa, la cual es fruto de la pasión y la unión familiar.
Desde muy pequeño Julio Rafael aprendió el valor del trabajo honrado, tanto él como sus dos hermanos tenían que ir al negocio a ayudar, algo que en inicio era divertido para ellos. “Yo tenía siete años cuando mi padre adquirió la primera farmacia que en ese momento la atendía mi madre y mi abuela porque mi papá tenía otro trabajo, y era luego que terminaba su labor que pasaba por el negocio, sin importar la hora que fuese, él siempre iba”.
“Nos encargábamos de los artículos escolares, las góndolas, poníamos precio. En el proceso nos fueron enseñando cómo se trabajaba dentro de la farmacia, mis hermanos y yo éramos cajeros, atendíamos a los clientes, aprendimos a leer recetas, envolver regalos, nos involucramos en todo”.
A medida que crecían las responsabilidades aumentaban; aparte de que tenían que cumplir un horario en la farmacia, debían asistir a actividades extracurriculares y a la vez obtener buenas calificaciones en la escuela. En ese momento para Julio eso no era de gran agrado.
El orgullo que siente lo demuestra en cada una de sus palabras: “Cuando uno está en esa edad no entiende por qué tanto sacrificio, pero hoy en día veo los frutos, y gracias a eso tengo una mayor visión de lo que quiero para la empresa, además de que me hizo crecer como persona”.
De manera jocosa Julio Rafael recuerda cómo a él y sus hermanos, que actualmente viven fuera del país, disfrutaban hacer de “deliveri” cuando este se ausentaba al trabajo, ya que les cedían el carro de la casa para que fueran a repartir los pedidos, y el solo hecho de manejar el vehículo era una diversión.
El trabajo en equipo por parte de todo el personal de Farmacia Carol es lo que ha hecho que en este negocio el servicio al cliente sea uno de sus fuertes. “Nuestros colaboradores son fieles, la mayoría tienen 10 años con nosotros y eso es un privilegio. Tengo un excelente equipo, ellos son los que realmente hacen la labor”, concluye agradecido Julio Rafael Curiel.
Origen de Carol DATO El nombre de Carol se debe a que la primera farmacia que se adquirió se llamaba así.
“Mi hermana se llama Carla y las personas piensan que es por ella, pero la verdad es que nadie de mi familia se llama Carol. Mi papá decidió dejarle el nombre porque su propósito era tener una pequeña cadena de farmacias y desde entonces ese es el nombre que nos representa como empresa” comenta Julio Rafael.