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"No solo ofrecemos vinos, multiplicamos felicidad"

Giuseppe y Piero Bonarelli Schiffino tienen más de 40 razones para festejar. La empresa, que en 1976 fundó su padre, se ha convertido en líder en la importación de selectas marcas de vinos de todo el mundo.

El propósito de vida de los líderes es expandir su legado. Giuseppe Bonarelli Pascale, un visionario hombre de negocios, está claro en el significado de este concepto y plantó sus raíces en valores que han servido de base a su relevo generacional. Hoy, Giuseppe y Piero Bonarelli sostienen con orgullo que el éxito de El Catador es producto de los conocimientos heredados de su padre y del trabajo en equipo.

Procedentes de una estructura familiar sólida, los hermanos Bonarelli recuerdan con emoción los veranos y las navidades de su niñez en los cuales su madre, Rosina Bonarelli, los llevaba a la empresa para que fueran conociendo la operatividad de cada área y aprendieran a valorar el trabajo en su justa dimensión.

“Mi memoria conserva cientos de recuerdos de nosotros con 12 o 14 años cuando íbamos a ayudar en El Catador. En la época de Navidad trabajabamos en la línea de producción de ensamblaje de canastas y poco a poco fuimos haciendo de esta empresa parte de nuestras vidas”, dijo Piero Bonarelli, vicepresidente de negocios de la entidad.

“En la época de sus inicios mi papá se propuso educar el paladar de los dominicanos y para nuestra satisfacción se ha logrado impulsar la cultura enológica en el país, podemos decir, sin temor a equivocarnos, que hay una botella de vino en cada ocasión importante de los dominicanos”, sostuvo Giuseppe Bonarelli, presidente ejecutivo de la marca. En ellos se percibe complicidad y respeto profesional.

Juntos apuestan a continuar desarrollando estrategias mercadológicas de un vasto portafolio conformado por las bodegas de mayor tradición y prestigio de cada región productora de vinos en el mundo.

“El Catador se ha caracterizado por la calidad del servicio y el trato personalizado a los clientes.

La ‘cultura Catador’ refuerza este valor” y transciende al personal que labora en la empresa, de quienes valoramos inmensamente su entrega de cada día”, explicó Giuseppe Bonarelli.

Ambos comprometidos con el éxito, defienden la calidad de los productos que distribuyen. “El cuidado de los vinos no es negociable, custodiamos celosamente toda la cadena de distribución para garantizar la entrega del producto tal como salió de su país de origen. Tenemos una política que sorprende a nuestros suplidores internacionales, y es que aceptamos las botellas que sean recibidas en mal estado. Ofrecemos garantía plena de cada una de las marcas que representamos” concluyó Giuseppe Bonarelli.

HISTORIA Y GALARDONES En 1976 El Catador inicia sus operaciones fundada por Giuseppe Bonarelli Pascale (Don Peppino).

En 1981, en la búsqueda de enriquecer y llevar conocimiento en el mundo del vino, la empresa familiar comienza su labor de educación con el primer curso de vinos dirigido por Carmen Cataldi.

En 2008 El Catador adquirió el status de ‘Topbrands’ al ser reconocida como una marca que entrega beneficios emocionales a sus clientes.

La viña de El Catador es la única tienda de vinos del país que ha recibido por tres años consecutivos (2007, 2008 y 2009) el premio “Awards of Excellence” otorgado por la revista ‘Wine Espectator’.

LA GRAN CATA JUEVES 27 DE OCTUBRE Desde el año 2003 los ejecutivos de El Catador organizan La Gran Cata.

El evento enológico más importante del país, que en esta versión se suma a la celebración del cumplimiento de las cuatro décadas de la empresa, será realizado en el hotel Real Intercontinental.

Los asistentes podrán disfrutar de 140 vinos de 40 de las mejores bodegas del mundo, y la participación gastronómica de siete destacados chefs.

NOVEDAD En este 40 aniversario se dará inicio a la modalidad ’16 vinos abiertos’ para que el cliente pueda degustar la variedad en cada tienda.

”En definitiva el vino es tema de conversación en cualquier escenario, tras de una botella de vino vienen mil historias, carcajadas y recuerdos, el vino está íntimamente relacionado con la felicidad”, Giuseppe Bonarelli.

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