Hotel Burlesque

Fue ayer cuando se exhibió al público en general la producción artística Hotel Burlesque. A principios de esta semana el cautivador show se presentó por vez primera a los medios de comunicación. En ella se recrea un lugar en la oscuridad de un sótano donde todas las fantasías adultas se pueden volver realidad. Justamente, con una frase parecida son recibidos los espectadores en voces de personajes que encarnan a meretrices de 1920, año en el que se inspiró la producción.

Unos 50 minutos de preludio esperaron los invitados, para ellos un tiempo nada aburrido, pues de entretener se encargaron las bailarinas, las conversaciones y las cavas servidas durante todo el lapso.

Cada rincón de The Blue Room, de la plaza comercial Blue Mall, se adornó de sensualidad y erotismo hechos carne, vestidos de transparentes lencería color negro y comunicados en movimientos de provocación. Así fue el panorama hasta que finalmente se oyó una voz, que sin pronunciarlo llamó la atención, una estrategia de la que se valió Luis Ricart para introducir el espectáculo en el que se manifestó el talento trabajado, y en algunos casos el inexistente del elenco. Los aplausos no se hicieron esperar, el público daba aceptación a lo que veía, aunque en algunos números se reservó tal manifestación de agrado.