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Al Horford y Amelia Vega: La pareja del momento nos abre su corazón y revela detalles de su boda

ERA MÁS EL SENTIMIENTO Y EL ESTAR CON LA GENTE QUE SON MPORTANTES PARA MÍ... ESO ERA MI BODA DE ENSUEÑO. NO ERA NI uN TRAJE, NI ERA UN BIZCOCHO, NI ERA UN DÍA ESPECIAL"

Al Horford y Amelia vega

Con una espontaneidad que nos tomó por sorpresa, nos recibieron Amelia Vega y Al Horford en Hard Rock Hotel Punta Cana, donde habíamos concertado una cita para entrevistarles por primera vez después de su sorpresiva boda el pasado 24 de diciembre. Allí fuimos testigos de una pareja que se encuentra en un momento espectacular de sus vidas y disfrutando de su amor a plenitud.

RS: ¿Cómo se conocen Amelia Vega y Al Horford?

AH: Hace cinco años, teníamos una premiación en Boston de unos premios latinos y los dos fuimos nominados. El día antes de los premios fue que nos vimos, en el lobby del hotel, por primera vez.

AV: Y nos vimos el año siguiente también. Nos habíamos visto, obviamente, como dominicanos latinos viviendo en el extranjero y presentando la comunidad fuera, y habían eventos a los que nos invitaban y coincidimos, pero en aquel momento nada que ver.

AH: Nos volvimos a encontrar en octubre para el evento de FACCI. Hicimos la campaña juntos y las fotos, y ahí empezó la relación.

RS: Sí, exacto, eso queremos saber, ¿dónde fue el salto de esas dos personas que se conocían y coincidían en eventos a una relación ya formal que culminó en boda?

AV: Yo creo que el tiempo de Dios es perfecto y tanto él como yo o estábamos enfocados en lo que tenemos hoy en día, que es una relación sentimental, porque estábamos ocupados en ese ámbito en ese momento y nunca nos vimos así. Todo era siempre muy rápido y cuando nos reencontramos para FACCI, estábamos abiertos sentimentalmente ambos y ahí nos miramos diferente porque ya había una posibilidad de hablar.

RS: ¿Cómo fue la pedida de mano?

AV: iAy, Dios mío!, (risas).

AH: No fue algo muy especial, nosotros desde que comenzamos a salir sentíamos una química bien grande y fuerte, e inclusive, algo que nosotros abiertamente hablábamos de estar juntos. No fue algo así fuera de lo común pero fue muy bonito, fue en Atlanta, en mi casa y yo creo que la sorprendí.

AV: Fue muy lindo, más que todo sentí sorpresa. Jamás me imaginé que con tan poco tiempo de estar juntos íbamos a sentir tanto el uno por el otro. Mis sentimientos hacia él y yo ver que era recíproco, que él se quería casar conmigo yo también me quería casar con él, dijimos: "Sí, ¿por qué no? La vida es muy corta, uno está aquí hoy y no sabe mañana y si uno siente dentro que está vivo y que quiere estar en compañía con otra persona, ¿por qué hay que esperar?"

RS: La boda fue rápida, pero, ¿han tenido la oportunidad de disfrutar de alguna luna de miel?

AH: Bueno, en realidad con lo de la boda, nosotros queríamos algo más personal, más íntimo con las familias de nosotros y no queríamos hacer una boda del otro mundo, entonces por eso fue ideal hacerla en un día especial como Nochebuena y no esperar seis meses o un año. Referente a la luna de miel, no, todavía no hemos tenido así oportunidad de decir "esta va a ser nuestra luna de miel".

AV: Ahora con esta estadía aquí le tenemos que agradecer demasiado al Hard Rock porque nos han preparado como una luna de miel, vamos a decir, el ambiente perfecto. Honestamente, habíamos planeado que después de su temporada iba a ser la luna de miel porque no teníamos previsto la lesión y eso fue una de las cosas que él me dijo: "Tú estás consciente que no vamos a poder tener luna de miel", y dijimos: "Bueno, lo hacemos después, y nos ha tomado por sorpresa una luna de miel anticipada a lo que íbamos a hacer.

RS: ¿Eso quiere decir que el hecho de que la boda fuera rápida, íntima y en un día especial, fue por sus sentimientos y decisiones?

AV: Yo creo que la palabra clave ha sido espontaneidad en la relación de nosotros.

AH: Exactamente, eso era lo que yo iba a decir. Muy espontáneo porque no fue que nosotros veníamos planeando eso un mes, dos meses... Eso fue algo súper rápido y nosotros lo decidimos así porque en vez de hacer algo grande, una ceremonia que iba a tomar cuatro o cinco meses, decidimos hacer algo pequeño y lo hicimos así, con familiares bien cercanos, en la casa del tío de Amelia, Juan Luis, cenamos y fue algo íntimo y perfecto para nosotros.

RS: ¿Fue esa la boda que soñó, Amelia?

AV: Toda la vida he ido a tantas bodas y desde muy jovencita también me ha tocado, digamos, modelar y disfrazarme de novia que para mí el ritual completo ya había perdido un poquito. Era más el sentimiento y el estar con la gente que son importantes para mí. Las más cercanas y las que vivieran mi felicidad completa. Eso para mí era mi boda de ensueño. No era ni un traje, ni un bizcocho, ni un día especial. Era el estar todos juntos, con mi pareja, en armonía, con discreción, y eso fue lo que hicimos.

"ESTOY MÁS QUE TODO PRENDADA DE NOSOTROS, DE LO QUE NACE CUANDO ESTAMOS JUNTOS, O DE LA PERSONA QUE ÉL ME HACE SER A MÍ, O SEA, YO SOY TAN DISTINTA CUANDO ESTOY CON ÉL"

Amelia Vega

RS: Hoy por hoy, ¿cómo definirían ustedes el amor y ese sentimiento que los une?

AV: iWow!, cuántas palabras...

AH: Es bien bonito y los sentimientos son muy fuertes. Todo pasó muy rápido pero creo que todavía nos estamos conociendo más. Es algo muy especial y lo he podido experimentar y sentir. Yo no hubiese pensado que iba a sentir algo así y de la manera tan rápida, o sea, que me siento muy afortunado.

RS: ¿Fue esa misma espontaneidad con que surgió todo que hizo que en la entrevista que le hicieron días antes en CNN, Amelia dijera que no tenía novio?

AV: No, es que eso fue grabado, no éramos novios, nos estábamos conociendo, por eso fue que cuando él me dijo: "¿Tienes novio?", yo dije que no. Nos volvimos novios seis días después de esa entrevista. Eso se grabó a mediados de octubre y salió en diciembre. Nada, aclarar que nos volvimos novios literalmente seis días después de que se grabó el show, no del día que salió.

RS: ¿Cuál es el elemento más fuerte que ustedes tienen en su relación?

AV: Hay varias cosas, creo que la comunicación. A mí me parece increíble que no tuvimos un noviazgo de uno, dos, cinco, seis años para llegar al matrimonio y con miradas, poquitas palabras y cosas que no son mágicas pero extrañas, nos entendemos. Es una química muy especial.

AH: Sí, eso era lo que yo iba a decir. Es bien raro y es una química bien fuerte.

RS: ¿Ustedes se visualizan en una familia con hijos?

AV: Claro que sí, (risas).

AH: Eventualmente, sí, claro. O sea, no tenemos prisa, pero claro que sí, en un futuro queremos tener una familia.

AV: Nos han hecho visualizarnos más rápido porque surgieron especulaciones y nos obligaron a que nosotros mismos nos burláramos; si estábamos en un lugar y nos tomábamos un trago o brindábamos un vino, nos reíamos porque la gente decía que yo estaba embarazada y yo le decía: "Mi amor, acuérdate que yo estoy embarazada y no puedo tomar", y nos reíamos, entonces como que uno piensa en familia, (risas).

RS: Si tuvieran hijos, ¿cuántos les gustaría tener?

AV: A mí me gustan los pares: dos, cuatro, seis, pero lo que Dios mande y unas gemelas integradas. Yo lo que quiero es que si el Señor me puede oír y me lo concede, mi papá es mellizo y toda la vida he tenido una obsesión con los partos múltiples, yo sería feliz con tener unas gemelitas.

AH: Lo que Dios mande, pero mientras más, mejor.

"YO NO HUBIESE PENSADO QUE IBA A SENTIR ALGO SI Y DE UNA FORMA TAN RÁPIDA, O SEA, QUE ME CIENTO MUY AFORTUNADO"

Al Horford

RS: En términos ideológicos, ¿se complementan o hay puntos de vista son totalmente disímiles?

AH: Bueno, yo te digo algo, políticamente no estamos involucrados en nada de nada. En realidad no nos metemos mucho en eso.

AV: Yo creo que nuestra creencia al Señor es más portante que cualquier otra cosa. Las creencias y costumbres de los seres humanos tienen que ser las cosas más claras que hay que tener antes de vivir o casarse con esa persona, porque ahí pueden venir conflictos irremediables.

RS: Además del amor, ¿qué proyectos profesionales sociales les unen?

AV: Eso es lo lindo, que empezamos a salir gracias a una, a FACCI.

RS: Háblennos del proyecto Casa FACCI.

AV: Yo conocía el proyecto por el equipo. Ellos venían haciendo un trabajo desde hace mucho tiempo de granito a granito para ayudar a niños con cáncer. Después fui en día al hospital donde le dan las quimioterapias, a visitar y a llevar cositas por mi parte así empecé a conocer la fundación. Luego, cuando me hicieron la oferta de ser la imagen de la campaña, dije: "¡Wow!", y me sentí tan bien porque vi como ellos fueron creciendo poquito a poquito.

AH: A mí siempre me habían hecho ofertas de involucrarme en diferentes fundaciones aquí en el país y dio la casualidad porque normalmente yo ya tuviera en entrenamiento, pero en la NBA hubo un problema este año que no pudimos jugar, entonces eso me permitió venir y ser parte de eso. Entonces me dijeron que la imagen de la campaña íbamos a ser Amelia y yo, y me puse contento porque me dije la "voy a ver", y tuve el chance de verla y de ahí pa´lante.

RS: Y, ¿cómo ha sido el proceso de interacción familiar para ambos, es decir, el conocer a los suegros a la familia de cada uno?

AH: Yo creo que ha sido muy buena.

AV: Es raro porque se han llevado tan bien tan rápido, e inclusive, yo yéndome del país al otro día de la boda, mi mamá y mi abuela comiendo con la mamá de él y nosotros así como: ¡¿qué?! O sea, las mismas familias se encargaron solos de seguirse introduciendo y uno como que iwow!

AH: Pero, definitivamente es sorprendente como ellos apoyaron la relación de nosotros en un ciento por ciento, que es lo más importante.

AV: Sí, mi abuela que "¿cómo está mi hijo?", y ya tú sabes, ya somos familia. A partir de ese día y antes, cuando yo se lo comuniqué a mi familia, cuando él le pidió la mano a mi padre y todo lo demás, todo el mundo estuvo sumamente contento y a partir de ahí, pues ya, familia nueva.

RS: Al, ¿cómo es Amelia como esposa?

AH: Amelia es bien espontánea, como la relación de nosotros, es muy dulce, muy muy dulce, siempre está pendiente de todas mis cosas, ahora con la lesión no se separó de mí ni un instante. Me cuidó mejor que una enfermera o cualquier persona, yo no movía ni un dedo. Que si la comida, que el hielo, que la medicina... Me siento muy afortunado porque es algo que yo siempre anhelé: tener una persona así en mi vida y ya la tengo.

RS: Le toca a usted, Amelia, contarnos cómo es Al como esposo.

AV: Es como que yo estoy más que todo prendada de nosotros, de lo que nace cuando estamos juntos, o de la persona que él me hace ser a mí, o sea, yo soy tan distinta cuando estoy con él. ¿Cómo esposo? Demasiado detallista, demasiado cariñoso, tranquilo, me da una paz, un muy buen compañero, conversador, delicado. ¡Ay, me cuida como si fuera de mentira! Creo que no le pude haber pedido otra persona al Señor, y lo sigo descubriendo, es una faceta nueva para ambos porque ninguno de los dos había tenido un matrimonio.

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