GENTE
A la luz de mi vida
Durante 14 años, cada día de tu cumpleaños ha sido una fiesta… quienes te queremos hemos sabido acompañarte y compartir tus especiales celebraciones con pleno conocimiento de que así eres tú, no necesitas grandes motivos para reunirte con amigos y familiares, eres de esas personas que tienen como propósito brindar alegría a todos los que te rodean. Hoy damos gracias a Dios porque cumples 15 años. Quisiera decirte tantas cosas Nicole, muchas que quizás aún no te he dicho y otras que de seguro ya sabes de memoria por tanto repetírtelas. Aquí estoy, escribiéndote con el corazón y no con las manos. Recordando cada motivo que me ha hecho amarte a través de los años… como aquel 19 de julio de 1995, el primer día que viste la luz y al nacer miraste fijamente a los ojos de tu padre como para sellar el contrato de amor incondicional que durante 9 meses ya venían gestando. En este momento vienen a mi mente cada una de las largas noches de recién nacida en las que tuve que acompañarte, pues por alguna razón implícita las madrugadas siempre te parecieron más creativas. Aquí estás sentada a mi lado sin sospechar que cuando te miro veo a la niña de 4 años que llevé por primera vez a un inmenso colegio previendo las lágrimas que humedecerían tus mejillas al verme marchar… sin embargo, quien se deshizo fui yo, mientras tu quedaste fascinada tanto como fascinaste a todos con tu personalidad, en especial a Isabel. Tu humildad desde entonces marcó a Isabelita hasta el día de hoy; siempre que voy al colegio y la encuentro ella me habla con su más sincero gesto sobre cómo compartías la merienda con ella llegando incluso a llevársela hasta los pasillos de los baños por donde ella permanecía pues te entristecía verla allí sola. Nicole, supongo que el sólo hecho de haberte traído al mundo es una razón más que suficiente para amarte y ¡así es!, pero debo reconocer que cada día durante estos 15 años te has esmerado en enriquecer este amor. Detalles como tu incondicionalidad hacia los amigos, en especial Ana quien ha estado junto a ti desde que ambas nacieron; tu devoción hacia la lectura, esa pasión que sientes por las bellas artes, en especial por el séptimo arte, que te hacen la “reina del drama” desde niña. También la dedicación que pones a cada meta que te trazas con miras a un prometedor futuro sin medir el esfuerzo que implique alcanzar ese objetivo. Tu chispeante y extrovertida personalidad, a veces testaruda, pero que irradia una luz brillante a tu andar tocando de un modo especial a los demás. Amo y respeto tu independencia nata, los valores y la madurez emocional que demuestras tener ante cada reto que cruza tu camino, admiro la determinación con que enfrentas la vida y entregas todo de ti a quien pueda necesitarlo, como cuando cortaste tu larga cabellera para donarla a quienes pierden la suya en la lucha contra el cáncer, y esa forma poco común de no etiquetar a las personas… amo tu dulzura, tu disciplina y el respeto que sientes por Dios. Hoy al cumplir tus 15 años, mientras te encuentras materializando uno de tus más anhelados sueños, quiero decirte que te amo… que admito que a veces arruino un poco tu vida cuando digo que no a algunas de tus peticiones y tú no comprendes por qué… pero sé que ya lo entenderás cuando sea el momento, quizás cuando te toque escribir una carta similar a esta y por experiencia propia ya sepas que la vida es un conjunto de lo que preservamos para convertirlo en momentos memorables de felicidad. Feliz cumpleaños, Nikki.