VIERNES DIVINO

Rezando el ‘Rosario’ me topé con un ‘Torito’

Después de bailotear hasta el hartazgo con las bachatas de El Torito y los merengues de los Hermanos Rosario es casi imposible amanecer al día siguiente sin un dedo del pie tullido o el dolor de algún músculo que ni siquiera sabíamos que existía… Esos son los momentos donde uno agradece infinitamente el haberse mudado a un país caribeño donde el concepto del “amarrao pal baile” aún exista. Mientras “uno quiere pa’ que lo quieran y uno ama pa’ que lo amen…” le va entrando dulcemente al puro y cristalino Vodka. ¿Sus virtudes? Ser incoloro! por lo que no nos manchará los dientes convirtiéndonos en tiranosaurios vetustos a la medianoche. Dependiendo de su estilo, tenderá (o no) a ser bastante inodoro e insípido (es decir, carente de aroma y sabor) por lo que no nos “chivateará” tanto como un whisky o un coñac. El origen de la palabra vodka es eslavo y significa “pequeña agua”; si bien del agua comparte su aspecto cristalino, inodoro y casi insípido, sus 40 grados de alcohol lo alejan de todo adjetivo diminutivo….Si abusa mi amigo de su compañía, el jumo matinal le hará redefinir el vocablo hacia el “gran agua”. El vodka es probablemente una de las bebidas espirituosas más antiguas del mundo con ancestros polacos en el siglo VIII y rusos en el IX. Claro está que estos vodkas distaban mucho de los suaves, cremosos y purificados vodkas actuales, ya que las técnicas de filtrado avanzado no llegarían hasta el siglo XVIII donde el uso del carbón arrastraría sus impurezas para lograr un acabado perfecto antes del embotellado. Si bien mis hermanos (no los Rosario) creen que el vodka es el producto de la destilación de la patata fermentada, la realidad es que existe una variedad de materias primas bases que se utilizan para su destilación.

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