ACTO

Homenaje a Ernesto Vitienes Lavandero

FALLECIÓ EN EL AÑO 1986. MAÑANA A LAS 10:00 DE LA MAÑANA DEVELAN UNA TARJA EN SU HONOR

Avatar del Listín Diario
Ivelisse VillegasSanto Domingo

SANTO DOMINGO.- Ernesto Vitienes Lavandero es recordado hoy por sus grandes aportes al país como empresario, por sus dotes como ser humano excepcional y por el legado que dejó en las figuras de Ernesto, José y Mercedes Vitienes Colubi. Este jueves 5 de febrero, el Ayuntamiento del Distrito Nacional rotulará la calle I del sector Arroyo Hondo II con su nombre. Este acto reconoce el éxito de sus iniciativas empresariales, evidenciadas en Casa Vitienes, fundada en 1924, negocio que se dedicaba a la importación, exportación y venta de toda clase de artículos de consumo. Le siguieron Industrias Lavador, originalmente llamada Jabonería Lavador, de la que adquirió el control por compra en 1939, dedicada a la fabricación de productos de limpieza, y posteriormente también a la producción de aceites y grasas cosmetibles, así como la Productora Nacional de Alimentos Balanceados, hoy Agrifeed, S. A. HonestidadEn todas sus actividades comerciales e industriales y en la sociedad dominicana se le conoció como un hombre honesto, emprendedor, correcto y de palabra. Fue buen esposo, buen socio e inmejorable amigo. Estas palabras fueron escogidas de la semblanza que se leerá mañana, las cuales fueron corroboradas por sus hijos, Ernesto, Mercedes y José, quienes recibieron a LISTÍN DIARIO en la oficina de este último, donde comentaron las cualidades de su progenitor. Don Ernesto murió el 19 de julio de 1987, a la edad de 85 años. Ese mismo día, según su hijo menor, José, el ex presidente de la República, Juan Bosch le externó la inquietud del homenaje de que hoy es objeto Vitienes Lavandero, lo que demuestra la estrecha amistad que tenía con el líder, al igual que con sus amigos que conservó toda la vida, como Virgilio Álvarez Pina, José Andrés Aybar Castellanos, José María Bonetti Burgos e Hipólito Herrera Billini, entre otros. TestimoniosPara Ernesto Vitienes Colubi, su padre fue un hombre muy preocupado por la sociedad y muy íntegro; siempre hacía uso del refrán: “Lo que hace la mano derecha que no lo sepa la izquierda” “Muy humano, una persona excepcional, estricto pero muy cariñoso, me inculcó siempre que las personas deben ser honestas y trabajadoras, una enseñanza que gracias a Dios “la asimilamos todos y estamos tratando de traspasársela a nuestros hijos”, dijo. “Son tantas las cosas en que lo recuerdo... lo recuerdo como compañero de cacería, compartía mucho con nosotros, nos daba consejos sobre la vida, sobre el trabajo, los cuales he tratado de mantener y aplicar al legado económico, con las variaciones que nos ha traído el tiempo”, expresó. Informó que está agradecido con el Ayuntamiento del Distrito Nacional, que finalmente tomó la decisión de acatar la ley que fue aprobada por el Congreso y promulgada, propuesta por los extintos ex presidentes Joaquín Balaguer y Juan Bosch, respectivamente. “Nosotros tuvimos unos padres fuera de serie, y recuerda a su madre, María de la Concepción Colubi, quien jugó un rol muy importante en la vida de Ernesto Vitienes Lavandero”, expresa con orgullo. Mercedes Vitienes Colubi es la flor en ese jardín familiar. Es muy cariñosa con sus hermanos; eso fue posible apreciarlo mientras conversábamos. Esta condición la heredó de su padre, según ella. “Él sabía cuándo castigarnos, y después darnos mucho amor”. PERFIL DE ERNESTO VITIENES LAVANDEROCon un dejo de nostalgía, el benjamín de la casa, José Vitienes Colubi, manifiesta que su padre fue su amigo, su compañero de pesca, su confidente. Lo veía todos los días. Las oficinas de ambos estaban en el mismo piso, y siempre, para su papá la norma era la excelencia.Ernesto Vitienes Lavandero nació en Cabranes, Asturias, España, el 26 de diciembre de 1901. Llegó a República Dominicana cuando tenía 11 años, acompañado de su tío don Francisco Lavandero González. Estudió y trabajó con su tío hasta poseer su propio negocio. Más tarde, ya corría la década de 1930 se retira a España y en ese entonces contrae nupcias con María de la Concepción Colubí Celayeta. Al estallar la Guerra Civil Española en 1936 regresa de manera definitiva a esta tierra que le dio tantas oportunidades y que con su trabajo y tesón supo aprovechar

Tags relacionados