crisis en haití

Caricom se muestra "decepcionada" ante la falta de acción del primer ministro de Haití

Gonsalves remarcó que es "absolutamente necesario que Haití establezca un Gobierno que represente más ampliamente a la mayoría de las partes interesadas haitianas".

Un hombre sostiene un letrero con el mensaje “La gente no te quiere Ariel”, durante una protesta por la renuncia de Ariel Henry, en Puerto Príncipe.

Un hombre sostiene un letrero con el mensaje “La gente no te quiere Ariel”, durante una protesta por la renuncia de Ariel Henry, en Puerto Príncipe.(AP Foto/Odelyn Joseph)

El primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, afirmó este viernes que la Comunidad del Caribe (Caricom) está "decepcionada" ante la inacción por parte del primer ministro de Haití, Ariel Henry, para formar una coalición de Gobierno más amplia e implantar medidas para hallar una solución a la situación sociopolítica del país.

"Nos parece que es necesaria una mayor acción por parte del Gobierno haitiano, que había aceptado ciertas decisiones tomadas en la cumbre de Caricom en Trinidad y Tobago en julio", aseveró Gonsalves, dos días después de una reunión virtual mantenida entre los líderes de Caricom y Henry.

Gonsalves remarcó que es "absolutamente necesario que Haití establezca un Gobierno que represente más ampliamente a la mayoría de las partes interesadas haitianas".

En este contexto, hizo hincapié en que Caricom "tiene que estar muy implicada en la redacción de la resolución sobre Haití que se presentará en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas".

A su juicio, "es necesario que el Gobierno haitiano confirme por escrito que desea que la Caricom, en relación con la búsqueda de soluciones para el problema de Haití, participe en la elaboración de la resolución que se presente al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas".

Asimismo, el mandatario de San Vicente y las Granadinas dijo que la situación política en Haití "está profundamente polarizada y es volátil" y está "alimentada por las críticas sobre la falta de legitimidad del gobierno y su incapacidad para abordar los problemas de seguridad y socioeconómicos".

Respecto a la crisis que atraviesa Haití, Gonsalves alertó que "ahora hay un estimado de 162 bandas fuertemente armadas con 9.000 miembros, que controlan hasta el 80 % de la capital, Puerto Príncipe".

"No hay Parlamento, hay docenas de organizaciones políticas y miles de agrupaciones de la sociedad civil y estamos tratando de ver si podemos conseguir un consenso para que se pueda formar un gobierno de unidad nacional", destacó Gonsalves.

"Aquí estamos hablando de personas, un gran número de personas tienen poco acceso a alimentos o agua potable y ayuda humanitaria. La desnutrición se ha triplicado en el último año. El acceso a los servicios médicos básicos supone un desafío extremo", añadió Gonsalves.

Del mismo modo, el dirigente de San Vicente y Granadinas criticó que el gobierno de Haití tiene una legitimidad "dudosa e ineficaz" y que existen vínculos entre la policía haitiana y las bandas criminales.

"Cualquiera que sea la solución, tiene que estar dirigida por Haití, ideada por Haití con el apoyo de la comunidad internacional y regional", concluyó Gonsalves.

Según declaró el presidente de turno de la Caricom, Roosevelt Skerrit, como parte los esfuerzos llevados a cabo por Caricom, una delegación del organismo llegó a Haití el martes y mantuvo conversaciones con Henry.

El 29 de julio, Kenia anunció que desplegará 1.000 policías en Haití para ayudar a restablecer la normalidad en el país ante la crisis de extrema violencia que sacude a la nación caribeña.

Los Gobiernos de Bahamas y Jamaica anunciaron a principios de agosto que se unirían a una fuerza multinacional en Haití, liderada por Kenia para ayudar a restablecer la seguridad.

Las bandas cobran cada vez más poder en Haití y controlan la mayor parte de Puerto Príncipe y sus alrededores, sembrando el terror mediante robos, asesinatos, violaciones y quema de viviendas.

En el país más pobre de América, cerca del 50 % de la población sufre inseguridad alimentaria y la mitad de sus algo más de 11 millones de habitantes vive en la pobreza.