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Cyril Ramaphosa: sindicalista, empresario y presidente de Sudáfrica

Ramaphosa sucedió en 2018 a Jacob Zuma en la presidencia con la promesa de hacer de la lucha contra la corrupción una prioridad.

El presidente del Congreso Nacional Africano (ANC), Cyril Ramaphosa, se dirige a los miembros del parlamento tras ser anunciado presidente de Sudáfrica

El presidente del Congreso Nacional Africano (ANC), Cyril Ramaphosa, se dirige a los miembros del parlamento tras ser anunciado presidente de SudáfricaRodger Bosch/AFP

Calificado de "brillante" por Nelson Mandela, Cyril Ramaphosa es un exsindicalista convertido en un riquísimo empresario. Destacado negociador, el presidente sudafricano se aseguró el viernes un segundo mandato gracias a una alianza de su partido ANC con la oposición liberal.

Después de un importante revés electoral para el Congreso Nacional Africano (ANC) en las legislativas de finales de mayo, el "tío Cyril", como a menudo es apodado el afable y popular dirigente, usó sus dotes mediadoras para su supervivencia política.

Después de intensas negociaciones con la oposición y dentro de su propio partido, donde la decisión de formar una coalición con los liberales escocía al sector más izquierdista, Ramaphosa reunió 283 votos de los 400 diputados del Parlamento y el miércoles será investido presidente.

Es una etapa inédita en tres décadas de democracia en el país caracterizadas por un dominio incontestable del ANC, el antiguo movimiento de liberación de Mandela que acabó con el apartheid.

Ramaphosa sucedió en 2018 a Jacob Zuma en la presidencia con la promesa de hacer de la lucha contra la corrupción una prioridad.

Pero su cargo pendió de un hilo a finales de 2022 por un escándalo que olía precisamente a corrupción.

Una comisión parlamentaria señaló que podría haber vulnerado la ley después de que, en el marco de una investigación por el robo en una de sus propiedades, se destapara que escondía una gran cantidad de fajos de dólares en un sofa.

Aunque nunca llegó a ser inculpado, la cuestión sobre su mantenimiento en el cargo planeó en la ANC.

A falta de un sucesor creíble y con un apoyo menguante entre la población, el partido lo ratificó como líder en diciembre de 2022 a pesar de las divisiones internas.

Aun así, el escándalo hizo "dudar de su integridad y recuerda que no es un superhombre", afirma la politóloga Susan Booysen.

Sindicalista contra el "apartheid"

Nacido en 1952, este hijo de policía creció en Soweto, cuna de la lucha contra el apartheid. Hablante de las 11 lenguas oficiales del país, durante largo tiempo aspiró al poder.

Estudiante de derecho, Ramaphosa militó contra el régimen racista y pasó once meses en aislamiento en la cárcel. Entonces se dedicó al sindicalismo, uno de los pocos medios legales de combatir el apartheid.

En 1982 funda el poderoso sindicato de mineros que con sus huelgas masivas hizo temblar al poder blanco.

Cuando Mandela salió de la cárcel en 1990, Ramaphosa se unió a su equipo y contribuyó a la transición democrática. Se postuló como candidato a la presidencia del ANC en 1999, pero el partido se decantó por Thabo Mbeki.

Ese revés lo alejó temporalmente de la política y lo hizo centrarse en los negocios, aprovechando la política de emancipación económica de la población negra.

Hizo fortuna con su grupo Shanduka, propietario durante un tiempo de las licencias locales de McDonald's y Coca-Cola, y se situó entre los africanos más ricos en la clasificación de la revitsa Forbes.

Casado tres veces (la última con Tshepo Motsepe, hermana del jefe del fútbol africano Patrice Motsepe), Ramaphosa tiene cinco hijos.

Volvió a la política en 2012 como vicepresidente de la ANC y, dos años después, se convirtió en número dos del presidente Zuma. Los críticos le reprochan haberse quedado callado y no reaccionar durante ese periodo de clamorosa corrupción.

Paciente y fino estratega, asumió por fin las riendas de la ANC en 2017. Y cuando Zuma fue apartado un año después, lo relevó también al frente del país.

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