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El “fenómeno del trabajador pobre” crece en Latinoamérica, según OIT

La Organización Internacional de Trabajo (OIT) publica su último informe sobre el panorama laboral en América Latina y el Caribe, en el que muestra la recuperación de las tasas de ocupación de la región, aunque persiste la brecha de género, la desocupación juvenil y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, entre otros.

Trabajadores de la construcción en una obra, 17 de marzo de 2023 en Boston. El informe sobre empleo del Departamento de Trabajo del jueves 6 de julio de 2023 muestra una baja de la oferta de empleos en mayo.

Trabajadores de la construcción en una obra, 17 de marzo de 2023 en Boston. El informe sobre empleo del Departamento de Trabajo del jueves 6 de julio de 2023 muestra una baja de la oferta de empleos en mayo.AP

La Organización Internacional de Trabajo (OIT) publica su último informe sobre el panorama laboral en América Latina y el Caribe, en el que muestra la recuperación de las tasas de ocupación de la región, aunque persiste la brecha de género, la desocupación juvenil y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, entre otros.

Según el último informe publicado por la Organización Internacional de Trabajo (OIT), la pérdida de poder adquisitivo y el aumento de la inflación en gran parte de los países de la región ha hecho crecer el fenómeno del trabajador pobre, es decir, personas que viven en situación de pobreza, a pesar de tener un empleo.

Roxana Maurizio, experta en mercados de trabajo de América Latina y coordinadora del informe Panorama Laboral de la OIT, nos cuenta para RFI, las claves de este informe.

RFI: En este informe aseguran que la región presenta una recuperación plena de sus tasas de ocupación. Pero dice, “con un escenario laboral altamente complejo”, explíquenos esta complejidad de que se trata.

Roxana Maurizio: Por un lado, si bien se recuperó la tasa de ocupación a nivel regional -de hecho, la tasa de ocupación es levemente superior a la que registraba en promedio la región en el año 2019 en 8 de 16 países-, la tasa de ocupación todavía sigue siendo más baja que la que la registraban 4 años atrás. Además, la oferta laboral todavía no se recuperó a nivel regional de los valores pre-pandemia. Entonces, si bien la tasa de ocupación se recuperó a nivel regional, no tanto la tasa de participación económica.

De hecho, el 9 de 16 países, la tasa de participación todavía es inferior al año 2019. Y sobre todo en este contexto regional, lo que observamos es el rezago en materia de ocupación y en materia de participación económica de algunos grupos particulares. Resalta el rezago en esta recuperación de las mujeres con menor nivel educativo. Esto es parte de lo que estamos evidenciando de este panorama complejo, a pesar de que ese dato regional muestra una recuperación completa en la tasa de ocupación.

RFI: Una recuperación completa en la tasa de ocupación, que no quiere decir que no hayan aumentado los empleos informales y que en este sentido, pues haya unos retos de creación de empleo en la región.

Roxana Maurizio: Sin duda, porque efectivamente, nosotros venimos monitoreando cuánto ha contribuido la creación de empleo informal a esta recuperación total del empleo y la contribución continúa siendo muy elevada. Dependiendo del país, estamos hablando entre el 40 y el 90% de la recuperación del empleo, estuvo asociada a puestos informales.

En un contexto en donde en promedio la tasa de informalidad del 48%, sin duda la calidad del empleo es una de las problemáticas más importantes en este momento. Ese 48% de informalidad que presenta la región se eleva a 60, 70, 80% en algunos países donde entonces la informalidad es la norma y no la excepción, entonces la precariedad del empleo continúa siendo una de las características problemáticas más importantes a nivel regional.

RFI: ¿Cuál sería estos países en donde bate récords el empleo informal?

Roxana Maurizio: Ecuador, por ejemplo, Bolivia, República Dominicana, Paraguay, son algunos de los países que tienen tasas de informalidad por encima de ese 48% que observamos a nivel regional. Y también lo que observamos es que en muchos países de la región las tasas de informalidad femenina son todavía mayores a las tasas que observamos en promedio para los varones.

RFI: ¿Hay algunos países en donde realmente se pueda destacar una política de empleo que haya hecho crecer la estabilidad laboral, que haya hecho crecer la tasa de empleo, a partir justamente de esta política de Estado y no a partir de los empleos informales?

Roxana Maurizio: Dentro de los países que han logrado reducir la tasa de informalidad en este contexto, está Uruguay, por ejemplo. Uruguay ha continuado el descenso previo a la pandemia en la tasa de informalidad y continúa. Chile es otro país en donde también la tasa de informalidad ha continuado su descenso.

La diferencia es que Uruguay ha recuperado completamente el empleo que tenía previo a la pandemia y Chile todavía muestra un rezago, pero estos dos países son dos ejemplos de esta situación en donde la tasa de informalidad no es más elevada que previo a la pandemia, que justamente es como la característica que encontramos en una mayor cantidad de países.

RFI: También ha crecido la población en América Latina en un 18%. Este aumento poblacional, ¿podría hacernos pensar en que los países de la región del hemisferio establezcan políticas trasnacionales para la creación de empleo o es una propuesta descabellada?

Roxana Maurizio: La cuestión demográfica tiene distintas aristas. Efectivamente, vemos que hay cambios demográficos muy importantes, pero sobre todo no tanto miramos el número en sí mismo de población, sino la composición de la población. 

Lo que se observa en América Latina es claramente una transición demográfica importante y esto tiene retos no solo en el mercado de trabajo, sino en materia de protección social, y en materia justamente, de mercado trabajo. Una preocupación creciente tiene que ver con la formación profesional de por vida, entendiendo que este envejecimiento de la población hace que esta población deba permanecer más tiempo en el mercado de trabajo.

En un contexto cambiante asociado entre otros fenómenos a la transición digital, el cambio tecnológico es población que va a estar requiriendo, demandando calificaciones nuevas por la obsolescencia del capital humano que tienen estas personas y, por lo tanto, esto requiere desde el lado de las políticas laborales, políticas de formación profesional de por vida. Así hay un reto muy importante en avanzar en este sendero de tener sistemas amplios de cobertura amplia y que acercan las calificaciones de las personas a lo que requieran los sectores productivos en estos países.