Putin amenaza con tomar más territorio de Ucrania para proteger ciudades fronterizas
El presidente ruso Vladímir Putin, insinuó el martes que podría ordenar a sus soldados que intenten tomar más territorio en Ucrania para proteger la región fronteriza rusa, una amenaza cuya credibilidad es cuestionable debido a que el Kremlin carece de pleno control sobre las zonas que ya se ha anexionado.
El mandatario ruso, que dio algunas de sus declaraciones más detalladas sobre la guerra en meses, también afirmó que las fuerzas ucranianas habían sufrido pérdidas “catastróficas” en su nueva contraofensiva, y dijo que no contemplaba una nueva movilización de soldados, como temían muchos rusos. Pero no descartó que hubiera otro reclutamiento más adelante. Y reiteró la afirmación rusa de que Ucrania fue la responsable de hacer explotar una represa en el río Dniéper que causó inundaciones en ambos lados de la línea del frente la semana pasada en el sur del territorio ucraniano.
Los comentarios de Putin en una reunión con periodistas y blogueros de cuestiones militares se produjeron luego de las declaraciones de Kiev sobre que los soldados ucranianos habían capturado un puñado de localidades en las primeras etapas de la contraofensiva, en su intento de expulsar a las tropas rusas de cuatro regiones de Ucrania que el Kremlin se anexionó ilegalmente el año pasado. La reunión, que duró más de dos horas, se produjo después de que los ataques con misiles rusos en el centro de Ucrania mataran al menos a 11 personas durante la noche.
Putin señaló que la contraofensiva ucraniana ha fracasado. Afirmó que Ucrania perdió 160 tanques y más de 360 vehículos blindados de otro tipo, mientras que Rusia perdió 54 tanques desde el inicio del nuevo ataque. Esas declaraciones no pudieron ser verificadas de manera inmediata. Los funcionarios ucranianos no suelen comentar sobre pérdidas.
La Casa Blanca no ofreció comentarios sobre lo dicho por Putin.
Un funcionario estadounidense familiarizado con los servicios de inteligencia de la nación dijo que los comentarios de Putin “no eran precisos”, y advirtió que no había que fiarse de las valoraciones públicas de Rusia. El funcionario, que habló bajo condición de anonimato para ofrecer una evaluación interna, no explicó la razón por la que las afirmaciones de Putin eran engañosas.
Refiriéndose a las supuestas incursiones ucranianas en Rusia y a los ataques contra regiones fronterizas, Putin dijo que estaba considerando la posibilidad de “crear en territorio ucraniano una especie de zona de control sanitario a una distancia tal que fuera imposible acceder a nuestro territorio”.
No estaba claro si Rusia, que fracasó en su intento de capturar Kiev y sus alrededores al principio de la guerra y más tarde tuvo que renunciar a otros territorios que había capturado, incluso en zonas anexionadas, podía darse el lujo de arriesgarse a ampliar sus ganancias en Ucrania mientras intentaba repeler la contraofensiva en varios sectores de la línea del frente de más de 1.000 kilómetros (600 millas).
En las últimas semanas, las zonas fronterizas de Rusia han sido objeto de crecientes ataques, y el Kremlin culpa a las fuerzas ucranianas de incursiones de combatientes y de ataques con drones.
Las autoridades ucranianas no han confirmado la implicación de Kiev en los ataques, pero los han celebrado. Unidades de voluntarios rusos simpatizantes de Ucrania han reivindicado la autoría de las incursiones.
Los dirigentes locales rusos han suplicado al Kremlin que haga más para proteger a los residentes, algunos de los cuales han sido evacuados a zonas más seguras.
Putin reconoció que las autoridades rusas deberían haber previsto tales ataques y haberse preparado para detenerlos. Al principio de la guerra, la frontera estaba mejor protegida porque Rusia controlaba más territorio ucraniano adyacente, pero las fuerzas del Kremlin se retiraron de gran parte de éste el año pasado bajo el peso de una contraofensiva ucraniana.
La larga reunión de Putin con los blogueros militares, junto con los corresponsales de guerra de los medios de comunicación tradicionales, fue un claro reconocimiento de su importancia para transmitir el punto de vista del Kremlin.
En otras declaraciones, Putin también dijo que:
-La industria de defensa rusa ha aumentado la producción de drones y otras armas, pero necesita más, y Occidente también está pasando apuros para producir más armas y municiones.
-Rusia podría retirarse de un acuerdo respaldado por la ONU para permitir los embarques de cereales desde Ucrania a través de un corredor marítimo desmilitarizado en el mar Negro.
-Estados Unidos podría detener la guerra interrumpiendo los envíos de armas a Ucrania, dejándola demasiado débil para continuar la lucha.
-Occidente acabará dándose cuenta de que no tendrá éxito en Ucrania. “Nunca lo verán. Jamás”.
Mientras Putin hablaba, el Departamento de Estado anunció que Estados Unidos enviaría a Ucrania un nuevo paquete de ayuda militar por valor de hasta 325 millones de dólares, que incluye cohetes, misiles y otras municiones.
Putin se burló de las presumibles pérdidas ucranianas en el campo de batalla, incluido el equipamiento occidental de alta tecnología que ha recibido Kiev. Dijo que los tanques Leopard, de fabricación alemana, y los vehículos de combate de infantería Bradley, de fabricación estadounidense, “arden muy bien”.
A primera hora del martes, su Ministerio de Defensa publicó un video que mostraba lo que decía que era un tanque Leopard 2 y un vehículo de combate Bradley capturados de las fuerzas ucranianas. Según el ministerio, los soldados rusos grabaron el video después de encarnizados combates en Zaporiyia. No fue posible verificar de momento la autenticidad del video.
Las autoridades ucranianas han sido casi tan contundentes como Putin en su promesa de ganar la guerra, y Zelenskyy ha insistido en que su pueblo no cejará hasta que toda Ucrania esté liberada del control ruso.
En contraste con la opinión de Putin sobre la contraofensiva de Ucrania, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo el martes al presidente estadounidense Joe Biden que los ucranianos están “teniendo progreso”, y que eso podría reforzar su posición en cualquier conversación de paz.
“Aún es pronto, pero lo que sí sabemos es que cuanto más territorio sean capaces de liberar los ucranianos, más fuerza tendrán en la mesa de negociaciones”, declaró Stoltenberg en una reunión en la Casa Blanca.
También el martes, la viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Maliar, declaró a la televisión ucraniana que las fuerzas de su país continúan la ofensiva en cuatro zonas del sur y el este.
El jefe de las fuerzas terrestres ucranianas dijo que estaban “avanzando” en las afueras de Bájmut, en el este de Ucrania. Oleksandr Syrskyi escribió en Telegram que las fuerzas rusas están “perdiendo posiciones en los flancos”.
En otros lugares, las autoridades ucranianas dijeron que al menos 11 personas murieron y 36 resultaron heridas durante la noche en un ataque ruso con misiles contra la ciudad de Kryvyi Rih, ciudad natal del presidente Volodymyr Zelenskyy.
Imágenes del último ataque con misiles retransmitidas por Zelenskyy en su canal de Telegram mostraban a los bomberos luchando contra un incendio mientras las llamas asomaban por las ventanas rotas de un edificio de apartamentos dañado. El suelo estaba cubierto de vehículos dañados.
“Más misiles terroristas”, escribió. “Los asesinos rusos continúan su guerra contra edificios residenciales, ciudades normales y personas”.
Sin proporcionar detalles sobre los lugares o el momento, el Ministerio de Defensa ruso dijo que las fuerzas rusas utilizaron misiles de crucero de largo alcance lanzados desde el aire para golpear las reservas militares ucranianas y los depósitos de armas y municiones occidentales.
El gobernador de la región de Dnipropetrovsk, Serhiy Lysak, escribió en Telegram que los cadáveres de siete personas fueron recuperados del almacén de una empresa privada, y “otros cuatro destinos fueron truncados” en el edificio de apartamentos.