Las tormentas de arena aumentan en las ciudades debido al calentamiento global

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Radio Francia InternacionalPekín, China

China se enfrenta a tormentas de arena sin precedentes. Por quinto día consecutivo, los pekineses se despertaron este 14 de abril por la mañana sin poder abrir las ventanas. Con el calentamiento global, los vientos amarillos del desierto de Gobi duran más, según los expertos.

El quinto día consecutivo de tiempo polvoriento hizo toser a los medios de comunicación locales de Pekín el viernes 14 de abril por la mañana. Porque si las tormentas de arena no son nuevas en esta estación, es la octava vez este año que los vientos del Gobi se instalan en las megalópolis del norte de China.

Disfrazado de cosmonauta

"La primavera ya está aquí, las flores están por todas partes, pero no se ven", explica esta treintañera de la provincia de Jiangsu, en un parque de la capital con su hermana y su bebé. El pequeño va disfrazado de cosmonauta para escapar del polvo que pica en los ojos.

"Somos del sur, y este año también hay vientos arenosos en el sur. Llevamos aquí una semana. Y hoy queríamos salir. Pero mira: ¡llevamos mascarillas! Y para el bebé, le hemos puesto esta gran visera de plástico que tengo que mantener en su cuello, porque si no le entra el polvo", explica otra mujer.

Tras un índice de más de 500 en los últimos días, a unos 200 el viernes, los detectores de micropartículas prácticamente pueden respirar, pero los pekineses siguen preguntándose por el origen del polvo.

Aumento de las temperaturas

Según la administración de bosques y pastizales, estas recurrentes tormentas de arena proceden principalmente del sur de Mongolia y de la provincia china de Mongolia Interior. Este año también están afectando al sur del río Yangtsé: 400 millones de personas de 15 provincias se ven afectadas, según informó el martes pasado el Observatorio Meteorológico de China.

Se culpa a las actividades humanas, el pastoreo excesivo y las centrales eléctricas de carbón, junto con el calentamiento global que las acompaña. "En marzo, el sur de Mongolia y el noreste de China registraron un aumento de la temperatura de entre cinco y ocho grados", declara Liu Bingjiang, el director del departamento encargado de la contaminación atmosférica en el Ministerio de Ecología y Medio Ambiente, al sitio web de noticias Pangpai.

Este calentamiento, unido a la falta de cobertura nevada, ha provocado un deshielo prematuro del permafrost, añade Liu Bingjiang, soltando más arena.