La OCDE pide luchar contra la inflación para impulsar el crecimiento mundial

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El crecimiento económico mundial se está ralentizando debido a la inflación, afirmó el martes la OCDE en sus últimas previsiones, al tiempo que pidió nuevas subidas de las tasas de interés y más ayudas públicas para luchar contra el alza de precios.

Según sus últimas proyecciones, el crecimiento del producto interior bruto (PIB) mundial debería alcanzar el 3,1% este año, algo más de la mitad del 5,9% de el año pasado.

El descenso continuará el año que viene, con un crecimiento que se estabilizará en el 2,2%, antes de subir al 2,7% en 2024, según las previsiones de la organización.

De esta manera la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) eleva muy ligeramente su proyección para 2022 en comparación con sus cifras de septiembre, mientras que mantiene sin cambios la proyección para el año que viene.

"Un final de la guerra y una paz justa en Ucrania serían el medio más eficaz para mejorar las perspectivas económicas mundiales", declaró durante una conferencia de prensa el secretario general de OCDE, Mathias Cormann.

"El crecimiento está a media asta, la inflación elevada es persistente, la confianza se ha erosionado y la incertidumbre es alta", afirma la OCDE, que agrupa a 38 Estados, la mayoría, países desarrollados pero también algunos mercados emergentes.

"La economía mundial está experimentando su crisis energética más grave desde los años 1970", según el economista jefe en funciones de la OCDE, Álvaro Santos Pereira.

"El choque energético ha llevado la inflación a niveles no vistos en varias décadas y está deprimiendo el crecimiento en todo el mundo", dijo el economista.

Según las proyecciones de la organización, el aumento de los precios alcanzará el 8% en el cuarto trimestre de este año en los países del G20, que incluyen las principales economías del mundo, antes de retroceder al 5,5% en 2023 y 2024.

En el lado positivo, algunas presiones inflacionistas se redujeron el año pasado tras restablecerse las cadenas de suministro, interrumpidas durante la pandemia del virus covid-19, mientras que han retrocedido los costes de los fletes marítimos.

- "Mejor de lo previsto" en América Latina -

Santos Pereira afirma que el escenario más probable previsto por la OCDE "no es una recesión mundial, sino una fuerte desaceleración de la economía mundial en 2023, con una inflación todavía elevada pero en descenso en muchos países".

Para superar la crisis, la OCDE aboga por "un mayor endurecimiento de la política monetaria para combatir la inflación", al tiempo que afirma que "las ayudas fiscales deben ser más específicas y temporales".

"A menudo se necesita calibrar mejor" las ayudas "para garantizar que éstas sean solo temporales y se centren en los hogares y empresas más vulnerables, y mantengan los incentivos para reducir el consumo de energía".

"Acelerar la inversión para adoptar y desarrollar fuentes y tecnologías de energía limpia será crucial para diversificar el suministro de energía y garantizar la seguridad energética", afirma Santos Pereira.

Además, las consecuencias de la guerra en Ucrania, que comenzó a finales de febrero, "siguen siendo una amenaza para la seguridad alimentaria mundial, especialmente cuando se combinan con nuevos fenómenos meteorológicos extremos derivados del cambio climático", afirma la organización.

En América Latina, la OCDE reconoce que las principales economías de la región "se han comportado mejor de lo previsto en 2022, especialmente las exportadoras de alimentos y de energía".

Pero, al mismo tiempo, augura que ese repunte "pierda fuerza durante 2023 y 2024" a causa del endurecimiento de las condiciones financieras mundiales y nacionales", el final de las ayudas fiscales aún vigente y "unos precios de las materias primas menos boyantes".

En Brasil se prevé un crecimiento del PIB del 2,8% en 2022. La OCDE también prevé crecimientos positivos este año para Chile (1,9%), México (2,5%), Colombia (8,1%) y Argentina (4,4%), entre otros.