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Empeoran condiciones de sacerdote recluido en templo de Nicaragua

sacerdote nicaraguense retenido / foto de archivo

sacerdote nicaraguense retenido / foto de archivo

El no gubernamental Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) informó este miércoles que las condiciones del sacerdote Uriel Vallejos, recluido en una parroquia ocupada por policías desde el lunes pasado lunes, empeoraron luego de que se le cortó el suministro eléctrico, y que sus alimentos están casi agotados. “Alerta. El padre Uriel Vallejos y un grupo de personas se encuentran encerrados desde hace 2 días en la casa cural de la (parroquia) Divina Misericordia en Sébaco, no tienen luz eléctrica, ya casi no tienen comida, y están rodeados por policías armados”, detalló el Cenidh, en sus redes sociales. Vallejos y sus colaboradores quedaron encerrados en los terrenos del templo, ubicado 101 kilómetros al norte de Managua, cuando un grupo de policías ingresó por la fuerza, la noche del lunes, para apropiarse de los equipos de una radio cerrada por las autoridades. Hasta ahora la Policía no ha penetrado a la habitación donde se encuentran, pero tampoco los ha dejado salir. Se desconoce si el grupo tiene acceso a agua o si tiene disponible un baño. Desde el inicio del encierro el sacerdote se mantuvo informando de su situación a través de su cuenta en Twitter, pero no volvió a tuitear desde el amanecer de este martes. El alimento con el que contaban ayer, cuando tenían servicio eléctrico, era un helado, según se pudo observar en una fotografía publicada por Vallejos. “No pueden salir, la Policía los tiene rodeados y cerrada la calle que colindan con el templo. ¿Qué pretende el régimen Ortega Murillo?, ¿dejar que mueran de hambre?”, reclamó el Cenidh. La presencia policial obligó a que el colegio religioso San Luis Gonzaga suspendiera las clases, y la parroquia Divina Misericordia dejara de recibir a los fieles católicos. “Hoy más que nunca debemos responder al llamado del padre Uriel: ‘No me dejen solo’”, resaltó el Cenidh. La Policía de Nicaragua ingresó por la fuerza a la parroquia Divina Misericordia con el fin de apropiarse de los equipos de una de ocho emisoras católicas cerradas por las autoridades, denunció la diócesis de Matagalpa (norte), que dirige el obispo Rolando Álvarez, uno de los más fuertes críticos del presidente Daniel Ortega. El Gobierno del presidente Ortega, a través del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), ordenó el lunes el cierre de ocho emisoras católicas, en medio de roces del Ejecutivo con la Iglesia católica, que datan desde hace 43 años. Las diferencias entre Ortega y la Iglesia se incrementaron cuando el Episcopado actuó como mediador en un diálogo que buscó, sin éxito, la salida a la crisis de Nicaragua en 2018, tras lo cual el presidente ha tildado al clero de “terrorista”. Nicaragua vive una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones de noviembre pasado en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.