Periodistas censurados en Rusia piden ayuda a la UE para seguir informando
El Parlamento ruso aprobó en marzo pasado una ley que prevé hasta 15 años de cárcel por difundir información falsa sobre las fuerzas armadas en la invasión a Ucrania
Periodistas censurados en Rusia acudieron este jueves a la sede del Parlamento Europeo (PE) en Bruselas a pedir apoyo financiero para poder hacer periodismo independiente desde el exilio frente a las sanciones económicas y los recortes a la libertad de prensa por parte del Gobierno ruso. Estos profesionales rusos, actualmente en el exilio, abordaron cuestiones como la falta de independencia informativa en Rusia, la desinformación y las noticias falsas difundidas por medios afines al Kremlin o la protección de los periodistas ante los asesinatos y los bombardeos a equipos de transmisión durante la guerra en Ucrania. El Parlamento ruso aprobó en marzo pasado una ley que prevé hasta 15 años de cárcel por difundir información falsa sobre las fuerzas armadas en la invasión a Ucrania, lo que provocó detenciones a periodistas y que distintos medios internacionales retiraran a sus corresponsales del país. El expresentador de la cadena rusa Dozhd TV (TV Rain) Denis Kataev, cuyo medio fue clausurado tras la entrada en vigor de la ley, sostuvo ante los eurodiputados que la guerra de Ucrania introdujo la censura militar "a rajatabla" en Rusia, donde asegura que ya no hay periodismo independiente ni libertad de expresión. Por ello, pidió apoyo financiero y técnico a la Unión Europea (UE) para que los periodistas independientes en el exilio puedan seguir "luchando" y trabajando en Europa para informar a la opinión pública rusa frente a la "propaganda de Estado". "Quisiéramos seguir trabajando aquí en Europa, para informar a la gente en Rusia, para cambiar la opinión pública. Tenemos un papel importante que desempeñar, como el general Charles de Gaulle durante la Segunda Guerra Mundial con aquella radio en Londres", aseveró Kataev. La periodista rusa Katerina Abramova, redactora del periódico digital Meduza, denunció los intentos de las autoridades por bloquear su página web y destruir la redacción del medio tras ser considerado un "agente extranjero". También recordó que los periodistas independientes tienen que soportar tanto los ataques del Kremlin como las consecuencias de las sanciones a Rusia, que les suponen grandes recortes en su financiación, por lo que pidió ayuda a los eurodiputados para que tengan en cuenta su situación de desamparo. "Nos hemos enfrentado a muchos retos en estos últimos tres meses. Hemos logrado acomodar a 25 personas de Rusia que se han traído a su familia entera. Pero nuestro 'crowdfunding' fue destruido por las sanciones, que impiden que nuestros lectores rusos puedan donarnos, así que estamos teniendo que reinventar de nuevo nuestro modelo de negocio", lamentó. Por su parte, la directora de Reporteros Sin Fronteras (RSF) en Bruselas, Julie Majerczak, insistió en que la UE debería apoyar el "periodismo libre" en Ucrania y aportar respuestas nuevas y a la altura de la "gravedad" de los ataques contra la información. En este sentido, pidió que reaccione al "éxodo masivo" de periodistas rusos y que ayude a crear centros de libertad de prensa que distribuyan equipo para reporteros de guerra -chalecos antibalas, cascos, baterías externas o kits de primeros auxilios-. "Imagínense la situación de los medios independientes rusos que quieren seguir su actividad periodística desde la UE y que tienen que convencer a inversores que los apoyen de forma sostenible con permisos de residencia de corta duración. La UE debe ayudar a que evacúen, se instalen y retomen de manera inmediata su actividad en condiciones seguras", reclamó.