Estados Unidos anuncia plan para facilitar acceso a pastillas anticovid
Según la Casa Blanca este medicamento reduce la posibilidad de hospitalización o muerte por coronavirus en un 90 %
El Gobierno de Estados Unidos anunció este martes un nuevo plan para facilitar el acceso y generalizar el uso de las pastillas antivirales como tratamiento a los casos de covid-19, especialmente de una de las que se han demostrado más efectiva, Paxlovid, de Pfizer.
Según la Casa Blanca, este medicamento reduce la posibilidad de hospitalización o muerte por coronavirus en un 90 %, por lo que el Gobierno que dirige Joe Biden quiere que tanto médicos como pacientes dispongan de acceso a él y de conocimientos acerca de su seguridad, eficacia y disponibilidad.
En una llamada con periodistas, un alto funcionario gubernamental explicó que si bien hace unos meses había escasez de Paxlovid, la colaboración público-privada ha acelerado la producción de este antiviral y ahora se da una situación de gran disponibilidad.
A principios de enero, Biden ordenó a su Gobierno que duplicase el encargo que había hecho de las pastillas de Pfizer hasta los 20 millones, ante el fuerte aumento de contagios que se daba en ese momento en el país.
En concreto, el plan anunciado este martes por la Administración demócrata se compone de cuatro iniciativas.
La primera es casi doblar en cuestión de semanas el número de lugares en los que las pastillas antivirales están disponibles para los pacientes hasta los 40,000, contando hospitales, farmacias, centros de salud comunitaria, etc.
La segunda es ampliar la cantidad de puestos conocidos como "test y tratamiento" a los que cualquier persona puede acudir para hacerse una prueba de covid-19 y, si resulta positiva, obtener la medicación allí mismo.
Las otras dos medidas son dar más guías y herramientas a los profesionales de la salud para ayudarles a entender mejor este medicamento y lanzar una campaña comunicativa para informar al público general de que este tratamiento es seguro y efectivo.
A principios de marzo, Estados Unidos dio por superada la ola de la variante ómicron del coronavirus, la de mayor número de contagios desde el inicio de la pandemia, y desde entonces ha relajado significativamente el uso de mascarillas hasta alcanzar una práctica normalidad.