Putin "renunció" a tomar Kiev, según jefe del Pentágono
Ucrania no podría recuperar el control de las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, en el Donbás, que es ahora el objetivo declarado de Moscú
Vladimir Putin ha "renunciado" a tomar Kiev para centrarse en las zonas separatistas de Donbás, y el desenlace de la guerra en Ucrania "está por ver", dijeron este jueves los más altos funcionarios militares estadounidenses.
"Putin pensó que podía tomar rápidamente el control de Ucrania, tomar rápidamente el control de la capital. Se equivocó", dijo el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, en una audiencia en el Congreso.
"Creo que Putin ha renunciado a sus esfuerzos para capturar la capital y ahora se está centrando en el sur y el este del país", añadió ante la Comisión de las Fuerzas Armadas del Senado.
Sin embargo, el resultado de la guerra, que promete ser larga, sigue siendo incierto, señaló el jefe del Estado Mayor estadounidense, el general Mark Milley.
"Será un trabajo de largo plazo", dijo. "Todavía queda una gran batalla por delante en el sureste, donde los rusos pretenden concentrar fuerzas y continuar su ataque. Así que está por ver cómo acabará esto".
Ucrania ha recibido unos 60.000 sistemas antitanque de Estados Unidos y sus aliados, y el ejército ucraniano utiliza minas antipersona que obligan a los soldados rusos a luchar en zonas donde son más vulnerables, señaló el general Milley en la misma audiencia.
Occidente también ha proporcionado a los ucranianos unos 25.000 sistemas antiaéreos de diversos tipos que han impedido a Rusia tomar el control del espacio aéreo ucraniano, añadió el militar.
Milley también señaló que el ejército ucraniano pide ahora tanques y artillería para repeler la próxima ofensiva rusa.
"El terreno (en el sureste) es diferente al del norte. Es mucho más abierto y propicio para las operaciones de blindaje de ambas partes", explicó. "Les vendrían bien más tanques y artillería, y eso es lo que piden".
El ministro de Defensa pareció reconocer que Estados Unidos consideraba, al menos al principio del conflicto, que Ucrania no podría recuperar el control de las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, en el Donbás, que es ahora el objetivo declarado de Moscú.
Interrogado con insistencia por el senador republicano Tom Cotton sobre la información que la inteligencia militar estadounidense comparte con los ucranianos, Austin admitió que hasta ahora no cubría las regiones separatistas.
"Les proporcionamos inteligencia para realizar operaciones", incluso en el Donbás, dijo.
Pero al ser preguntado explícitamente por Cotton si esta inteligencia se refería a las zonas controladas desde 2014 por los separatistas prorrusos, reconoció que las instrucciones dadas a los analistas militares hasta el momento "no eran claras".
"Queremos asegurarnos de que eso quede claro para nuestras fuerzas", añadió. "Ese es el objetivo de las nuevas instrucciones de hoy".
Los servicios de inteligencia estadounidense habían predicho la guerra en Ucrania con notable precisión, pero no habían previsto la feroz resistencia ucraniana. Temían que Kiev cayera en 48 horas y que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, fuera inmediatamente depuesto y sustituido por un régimen prorruso.