Los países bálticos, preparados para recibir refugiados y ofrecer energía
Los guardias fronterizos registrarían en un primer momento a los solicitantes de asilo y se les alojaría en hoteles y pensiones
Lituania, Letonia y Estonia aseguraron este jueves que están preparados para recibir a grandes cantidades de refugiados procedentes de Ucrania y que exploran vías para garantizar el suministro energético tras la invasión rusa del territorio ucraniano.
La ministra letona de Interior, Marija Golubeva, dijo sobre los refugiados que llevan dos semanas preparando planes para la eventualidad de la guerra. Agregó que los guardias fronterizos registrarían en un primer momento a los solicitantes de asilo y se les alojaría en hoteles y pensiones.
La ministra añadió que los ciudadanos ucranianos que pidan refugio en Letonia recibirán rápidamente un permiso de trabajo. El ministro de Economía, Janis Vitenbergs, dijo por su parte que ya hay empresas letonas que se han mostrado dispuestas a contratar a ucranianos si es necesario.
En relación con la situación de abastecimiento energético, el primer ministro letón, Krisjanis Karins, informó a la prensa tras una reunión urgente del Gobierno de que el país tiene reservas de gas natural y que autorizaba a la empresa nacional de energía Latvenergo la compra de gas natural licuado (GNL).
Sobre la seguridad nacional de su país, Karins declaró que "en Letonia estamos seguros, somos parte de la alianza militar de la OTAN, que es la más poderosa del mundo".
"Pedimos las consultas del Artículo 4 (creado para abordar amenazas de seguridad a los miembros de la alianza atlántica) según el Tratado de la OTAN, que ha decidido reforzar el flanco oriental y los primeros soldados estadounidenses ya han llegado y otros están en camino desde Canadá y otras partes", agregó.
El primer ministro letón dijo también que su país continuará suministrando ayudar militar y otro tipo de asistencia a Ucrania, tal como hizo antes de que estallara la guerra.
Janis Garisons, secretario de estado del ministerio letón de Defensa, dijo que aunque no existe una amenaza inmediata de ataque extranjero, los ciudadanos deberían estudiar las instrucciones emitidas por el Gobierno sobre cómo sobrevivir durante 72 horas si se reducen o suspenden servicios públicos de energía y abastecimiento de alimentos.
El ministro de Economía, Vitenbergs, sostuvo que Latvenergo, que genera electricidad de origen hidráulico y del gas, examina comprar GNL de Catar, Estados Unidos y Noruega para su entrega a través de una terminal situada en el puerto lituano de Klaipeda.
Tanto los países bálticos como el resto de Europa central y occidental temen un corte de las entregas de gas natural ruso pero Letonia, por ejemplo, tiene una instalación de almacenamiento subterráneo en Incukalns, una de las mayores de Europa y podría abastecer durante algún tiempo a los estados bálticos.
El ministro Vitenbergs precisó que Letonia tiene reservas de gasolina para 90 días y el 80 % están en el país y anunció además un programa estatal de patrocinio para las ciudades letonas que cambien sus sistemas de calefacción locales para usar energías renovables o combustibles locales en lugar de gas.
Preguntado por si Letonia planea cerrar sus fronteras al comercio y tránsito desde Rusia, el primer ministro Karins declaró a Efe que cualquier tipo de sanción adicional, incluido ese tipo de medidas, tendrían que adoptarse en el marco de la Unión Europea (UE) y con acuerdo de la comunidad internacional.
En Lituania, que comparte de su frontera oriental con Bielorrusia, la ministra de Interior, Agne Bilotaite, dijo a medios locales: "Estamos preparándonos desde hace unas semanas ante la posible acogida de refugiados de Ucrania. Estamos listos para diferentes escenarios con la llegada de hasta varias decenas de miles de personas".
Lituania anunció también la retirada de Ucrania de unos quinientos soldados que habían estado entrenándose con el Ejército ucraniano. Técnicamente se trata de soldados de la OTAN que podrían entrar en contacto con fuerzas rusas en el avance de estas en Ucrania.