El Consejo de Seguridad de la ONU abordará el próximo lunes la crisis de Ucrania a petición de EEUU

Agnes Callamard, Secretaria General de Amnistía Internacional. Foto de Twitter

Agnes Callamard, Secretaria General de Amnistía Internacional. Foto de Twitter

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tiene previsto el próximo 31 de enero celebrar una reunión a petición de Estados Unidos para tratar la actual crisis de Ucrania, con la que se espera relajar las tensiones que desde hace semanas se han visto reflejadas en las muestras de fuerza de Rusia y la OTAN.

Así lo ha adelantado este viernes la presidenta del Consejo de Seguridad, Mona Juul, en una rueda de prensa en la que ha calificado la propuesta de Estados Unidos para reunirse como "un avance favorable".

Antes de que se produjera este anuncio, el embajador ruso en Naciones Unidas, Dmitri Polianski, señaló que confiaba en que el Consejo de Seguridad no apoyase esta propuesta de Estados Unidos para reunirse, puesto que no es más que un "vergonzoso truco de relaciones públicas".

"No puedo recordar otra ocasión en la que un miembro del Consejo de Seguridad haya propuesto discutir sus propias acusaciones y suposiciones sin fundamento como si fueran la amenaza de otra parte al orden internacional", ha escrito en Twitter.

Por su parte, a medida que continúa la escalada de tensiones entre ambas partes, la ONG Amnistía Internacional (AI) ha alertado de las "consecuencia devastadoras" para los derechos y las libertades que tendría recurrir a la fuerza militar, aunque tan solo ha apuntado hacia Rusia en este sentido.

"La amenaza del uso de la fuerza militar por parte de Rusia ya está afectando a los Derechos Humanos de millones de personas en Ucrania y más allá", ha acusado la secretaria general de AI, Agnes Callamard.

"Es probable que las consecuencias de la fuerza militar real sean devastadoras. La historia reciente de Ucrania está marcada por conflictos que involucran a las tropas rusas en Donbás y la anexión ilegal de Crimea", ha dicho.

Amnistía ha recordado que en los conflictos armados, los civiles no solo deben ser protegidos, sino que cualquier implicado en abusos debe rendir cuentas. La ONG ha dicho que seguirá de cerca la situación para "sacar a la luz las violaciones contra el derecho internacional humanitario" que se puedan dar en el conflicto por cada una de las dos partes implicadas.