Más de cien detenidos en España en una operación contra la mafia italiana
Una operación de la Policía de España y de Italia, con apoyo de Europol, ha desarticulado en la isla española de Tenerife (Atlántico), con 106 detenciones, una banda de la mafia italiana acusada de blanquear más de diez millones de euros (unos 11,7 millones de dólares) procedentes de estafas informáticas en varios países de Europa.
La Policía española informó este lunes que la organización blanqueaba dinero para diferentes clanes mafiosos italianos, como Casamonica, Camorra napolitana, Nuvoletta y Sacra Corona Unita.
A los arrestados se les acusa de pertenencia a organización criminal, estafa, tráfico de drogas, blanqueo de capitales, secuestro, falsedad documental, lesiones, amenazas, coacciones, robos con violencia, robos con fuerza, estafa a la Seguridad Social en España y tenencia ilícita de armas.
La operación incluyó el bloqueo de 118 cuentas bancarias, 16 registros en España y dos en Italia y se descubrió en uno de ellos una plantación de marihuana con más de cuatrocientas plantas y en otro más de ochenta tarjetas de telefonía, según un comunicado de la Policía.
Las investigaciones comenzaron en junio de 2020 por la Policía española, cuando detectó en la isla un grupo de personas vinculadas con diferentes clanes mafiosos italianos, cuya misión era blanquear dinero obtenido a través de múltiples delitos informáticos cometidos en España, Alemania, Irlanda, Italia, Lituania y Reino Unido.
La organización tenía un alto grado de tecnificación, lo que le permitía abarcar distintas modalidades de fraude informático, con las que obtuvo más de diez millones de euros en un solo año de investigación, un dinero que era blanqueado a través de sus empresas o en criptoactivos, y su cúpula dirigía una red de captadores y de cientos de intermediarios financieros, conocidos como "mulas”, según la Policía.
Además, había conseguido asentarse en diferentes estamentos de la sociedad como entramados empresariales, despachos de abogados y entidades bancarias, y estaba supuestamente implicada en actividades de prostitución, compraventa de armas, tráfico de drogas, secuestro, estafa, usurpación de identidad, falsedad documental, delitos contra la Seguridad Social, robos con fuerza, palizas y hasta en dos homicidios en la isla, añade.
La cantidad de dinero que obtenían era tan elevada que manejaban cientos de cuentas bancarias que abrían y cerraban continuamente, llegando en una ocasión a secuestrar a una mujer y, tras amenazarla a punta de pistola, llevarla a un cajero automático para robarle todo el dinero y abrir cincuenta cuentas bancarias en internet para la organización, de acuerdo a la nota.
Una vez detenidos, amenazaron a la víctima y su entorno para evitar que testificaran en su contra, agrega.
Para la mafia era tan importante este modo de financiación que mandaban desde Italia a miembros fugitivos de la Justicia de ese país para controlar sobre el terreno sus actividades, destaca.
Las medidas de seguridad adoptadas por estos fugitivos, conocedores de su situación, y la presión policial hicieron que la operación se adelantase, una vez que los agentes confirmaron que tenían documentación falsa y programaban su fuga de España.