Escalada de violencia en Birmania por aumento de grupos de "autodefensa", según informe
Birmania vive una escalada de violencia con un aumento de las fuerzas de "autodefensa" que buscan enfrentar a los militares y la junta de gobierno, según un informe divulgado este lunes, que advierte de un "enorme" costo humano si el régimen intensifica la represión.
El país asiático está inmerso en la turbulencia política desde el golpe de Estado de febrero que depuso al gobierno de Aung San Suu Kyi, con más de 880 muertos en la represión a los opositores, según organizaciones locales.
En algunas áreas, pobladores locales formaron "fuerzas de defensa" para enfrentar a la junta, muchas veces usando fusiles de caza hechos en fábricas improvisadas en la selva.
En respuesta, los militares han usado helicópteros y artillería incluso contra grupos en el estado noroccidental de Chin y en la frontera oriental con Tailandia.
"Enfrentados a una insurrección armada, el Tatmadaw (fuerzas armadas birmanas) podría desatar su poderío militar contra civiles", advirtió este lunes International Crisis Group (ICG), una ONG con sede en Bruselas.
"El costo humano será enorme, especialmente para mujeres, niños y ancianos, que enfrentan mayores dificultades por la violencia y el desplazamiento", agregó.
Los choques han ocurrido en zonas donde previamente no ha habido conflictos, forzando a las agencias humanitarias a una carrera para instalar nuevas operaciones y líneas de abastecimiento, dijo ICG.
Unas 230,000 personas han sido desplazadas por los combates y la inseguridad, dijo la ONU la semana pasada.
Los grupos de autodefensa agravan la volatilidad en el empobrecido país del Sudeste Asiático, donde más de 20 grupos rebeldes étnicos están en conflicto con el Estado desde antes del golpe.
Con el colapso económico, las nuevas milicias "buscan fuentes de ingresos más allá de las donaciones comunitarias que las han sostenido", advirtió ICG.
La ONG agregó que es poco probable que el "gobierno de unidad nacional" a la sombra, formado por exintegrantes del gobierno de Suu Kyi, pueda controlarlos.
Los choques entre milicias civiles y los militares se han dado generalmente en áreas rurales.
Pero la semana pasada, al menos seis personas murieron en una enfrentamiento a tiros entre las fuerzas de seguridad y un grupo de autodefensa en Mandalay, la segunda ciudad del país.