Áñez cumple 90 días en prisión y reprocha al Gobierno que la utilice como "trofeo"
La expresidenta interina de Bolivia Jeanine Áñez ha cumplido este sábado 54 años y también 90 días en la cárcel femenina de Miraflores y ha reprochado al Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) que la utilice como un "trofeo".
"El MAS ha decidido que su trofeo de la venganza siga detenida en una cárcel y aquí estoy cumpliendo años y 90 días como presa política y sin poder darle un abrazo a la mujer que me dio todo", ha afirmado Áñez en una carta publicada en redes sociales que se refiere a su madre, que ha cumplido 93 años.
Son 90 días de encierro en "esta ilegal, injusta y fría prisión donde me mantiene secuestrada el MAS", indica el encabezado de la misiva.
Áñez está detenida preventivamente por los delitos de "terrorismo, sedición y conspiración" por la expulsión del poder del presidente Evo Morales y la asunción de la Presidencia de forma interina.
"No van a quebrantar mi espíritu aunque sigan inventando delitos para tapar los suyos. Cuando en noviembre de 2019 asumí la Presidencia de Bolivia, fui consciente de la necesidad que tenía nuestra patria de frenar la violencia devolverle la paz y caminar juntos hacia la reconciliación Y esa parte de mi vida me da el orgullo y la tranquilidad de saber que prioricé a Bolivia por encima de mi propio futuro", ha explicado Áñez en la carta, recogida por el diario 'Página Siete'.
"Los bolivianos no nos vamos a rendir. Jamás van a poder cambiar la historia y algún día su maldad tendrá final y la verdad saldrá a la luz. La historia nos devolverá la libertad y el futuro que podemos construir juntos será de esperanza. No tengo dudas porque tengo la fe intacta en Dios que nos protege y cuida y en mi pueblo que ha demostrado cientos de veces que le dará batalla a los autoritarios para recuperar la democracia", concluye la carta, que firma como "presa política".
El caso 'Golpe de Estado' se enmarca en una investigación tras la denuncia de la exdiputada del MAS Lidia Patty, quien acusó a Luis Fernando Camacho, gobernador de Santa Cruz y candidato en las presidenciales del año pasado en las que salió triunfador Luis Arce, de instigar junto a su padre y varios mandos militares y policiales las revueltas y la salida de Morales.