Semana Santa anticovid
El coronavirus lleva más de un año fustigándonos con dureza.
Los viajes a destinos vacacionales, las grandes reuniones de amigos o las celebraciones religiosas multitudinarias no van a poder llevarse a cabo en esta ocasión. Tendremos que esperar hasta que la situación sanitaria lo permita. Pero, mientras, sí podemos aprovechar estos días libres con planes estimulantes y seguros, lejos del alcance del virus.
Así, la Semana Santa puede ser una buena oportunidad para disfrutar de la naturaleza en familia. No es necesario viajar hasta una gran reserva o un parque nacional, pues probablemente cerca de nuestro lugar de residencia haya un bello paraje natural que merezca la pena visitar. Las webs dedicadas al senderismo pueden ser muy útiles en este sentido.
No obstante, antes de realizar esta actividad debemos tomar algunas precauciones básicas. La primera de ellas es elegir una ruta que seamos capaces de hacer, tanto por el número de kilómetros como por la dificultad del recorrido. De hecho, la ruta debe ser adecuada para la persona que esté menos en forma de todas las que vayan a participar en la excursión.
Además, antes de marcharse al campo es imprescindible consultar la previsión meteorológica, tanto el día anterior como justo antes de salir de casa. En caso de que haya probabilidades de tormentas o de lluvias fuertes, es mejor dejar la salida para otro momento. En caso de que la previsión sea buena, antes de irnos, debemos avisar a alguien que se quede, un familiar o un amigo, del lugar dónde vamos a ir y a qué hora tenemos previsto regresar. Asimismo, es imprescindible ir equipados con ropa y calzado apropiado, tener la batería del teléfono móvil cargada, llevar agua, algo de comer y un pequeño botiquín.
En caso de querer hacer la ruta en bicicleta en lugar de a pie, debemos revisarla antes de salir. También es conveniente utilizar casco y llevar alguna prenda de ropa de color llamativo que nos haga bien visibles para otros usuarios de la vía.
Pero si lo que queremos es disfrutar de la naturaleza de una manera más relajada, podemos deleitarnos con la observación de aves. Para ello solo necesitamos prismáticos, paciencia y elegir un lugar adecuado. En este último punto, las webs especializadas en ornitología o en aviturismo pueden ser una gran fuente de ideas.
Si amamos a los animales, otra opción es dedicar un ratito de nuestro tiempo libre estos días a una buena causa. Son muchos los refugios que cuidan perros a la espera de que alguien los adopte. Además de comida y servicios veterinarios, estos animales necesitan hacer ejercicio físico. Por ello, los centros de acogida suelen agradecer mucho la labor de los voluntarios que sacan a los perros a pasear. Esta actividad, además de permitir que los animales se ejerciten, puede servir de escaparate para que otras personas los vean y se planteen su adopción.
CONOCER LA PROPIA CIUDAD.
Para los más urbanitas, la Semana Santa puede ser una buena oportunidad para conocer más a fondo la propia ciudad. Con la ayuda de las webs dedicadas al turismo y los blogs que encontraremos en la red, podemos elaborar una ruta por los principales monumentos de la ciudad. Si queremos profundizar un poco más, podemos contratar los servicios de un guía turístico profesional, que nos descubrirá anécdotas y leyendas de lugares cercanos a nuestro hogar y que, de otra manera, quizá nunca hubiéramos descubierto.
Los museos, donde las medidas de higiene y aforo suelen estar muy controladas, son espacios seguros en los que pasar un buen rato empapándose de cultura y curiosidades. Los hay de las más diversas temáticas, ya sean pinacotecas, museos de historia natural, arqueológicos, etnográficos, navales, militares, etc. Seguro que en nuestra ciudad hay alguno que resulta de nuestro interés pero nunca hemos podido visitarlo por falta de tiempo.
Asimismo, podemos aprovechar la Semana Santa para sacar partido a nuestro propio hogar y pasar un buen rato con nuestra familia pues, a veces, debido a las obligaciones laborales o escolares y a los muchos quehaceres del día a día, apenas podemos conversar de manera calmada con las personas con las que convivimos.
Este es un buen momento para poner en práctica esa afición por la cocina que adquirimos durante el confinamiento y preparar alguna receta especial para disfrutar en familia. Los platos típicos de Semana Santa como el potaje de bacalao, la capirotada o las torrijas son solo algunas opciones para disfrutar de la gastronomía característica de estos días.
Igual que hemos hecho en casa una comida digna de un buen restaurante, podemos improvisar una sesión de cine en nuestro sofá. Entre la oferta de las cadenas generalistas y de las distintas plataformas, seguro que encontraremos una película que nos apetezca a todos. Aunque, si hemos de elegirla por consenso, corremos el riesgo de pasar más tiempo tratando de escogerla que viéndola realmente.
Por último, si nos invade el sentimiento religioso, podemos seguir delante de la pantalla y recurrir a uno de esos clásicos que nos acompañan cada año en Semana Santa como “Ben-Hur”, “Los diez mandamientos” o “Jesús de Nazaret”, entre otros muchos.
Ya sea en plena naturaleza, en las calles de nuestra ciudad o en la calidez del hogar, podemos aprovechar la Semana Santa con actividades agradables que no necesitamos planificar con mucha antelación y, sobre todo, sin exponernos al coronavirus.