Italia honra con monumento viviente a muertos por Covid-19

Italia inauguró el jueves un monumento viviente a los muertos por el COVID-19 en el aniversario de uno de los momentos más inquietantes de la pandemia: cuando la cifra de muertos en Bérgamo alcanzó tal altura que un convoy del ejército tuvo que transportar ataúdes porque sus cementerios y crematorios estaban llenos.

El primer ministro Mario Draghi visitó la ciudad del norte el jueves para conmemorar un día nacional de luto por las víctimas del coronavirus en Italia. Las banderas ondearon a media asta en todo el país y las autoridades públicas guardaron un minuto de silencio.

Draghi depositó una ofrenda floral en el cementerio de Bérgamo e inauguró un bosque nombrado en honor a las más de 100.000 víctimas en Italia, el primer país de Occidente en ser afectado por el brote.

“Esta madera no solo contiene el recuerdo de las muchas víctimas”, dijo Draghi. "Este lugar es un símbolo del dolor de toda una nación".

En el Bosque de la Memoria, el alcalde de Bérgamo, Giorgio Gori, dijo que la ciudad había decidido no realizar un monumento o una obra de arte para conmemorar a sus muertos.

“Decidimos honrar a las víctimas con una obra que está viva, con un monumento que respira”, dijo al puñado de dignatarios reunidos en un césped ventoso rodeado de los primeros 100 árboles jóvenes recién plantados.

El aniversario se produjo cuando gran parte de Italia, incluida Bérgamo, está bajo un nuevo bloqueo, con escuelas y restaurantes cerrados, en medio de una nueva oleada de infecciones atribuidas a variantes . Y se produce cuando la campaña de detención de vacunación de Italia se ha ralentizado aún más debido a la suspensión de las inyecciones de AstraZeneca pendiente de revisión .

Draghi dijo en la reunión de Bérgamo que, independientemente de lo que decida la Agencia Europea de Medicamentos, Italia intensificará su campaña de vacunación y que los aumentos esperados en las entregas "ayudarán a compensar los retrasos de las empresas farmacéuticas".

Las imágenes del convoy del ejército serpenteando por las carreteras de Bérgamo el 18 de marzo de 2020 siguen siendo una de las imágenes más conmovedoras e icónicas de la pandemia, en un año que vio a muchos. Se unió a la foto de una enfermera de Cremona agotada que colapsó en el teclado de su computadora después de un turno y, más recientemente, a la imagen de la dueña de un bistro del área de Roma sentada encorvada en la cocina de su restaurante después de que se impuso el último cierre.

Para Bérgamo, sin embargo, el convoy del ejército fue una prueba temprana del enorme número de víctimas que tuvieron las primeras semanas del brote en lo que se convertiría en la provincia más afectada en la región más afectada de Lombardía: para el 18 de marzo de 2020, Italia había registrado 2.978 muertes, casi 2.000 de ellas en Lombardía.

A fines de marzo, la provincia de Bérgamo había registrado un aumento del 571% en las muertes en comparación con el promedio mensual de cinco años, el mayor aumento en Italia y uno de los mayores aumentos localizados en la tasa de mortalidad en Europa.

Hoy, la cifra oficial de Italia asciende a más de 103.000, la sexta más alta del mundo y la segunda más alta de Europa después de Gran Bretaña, y cientos más mueren cada día, en medio de continuas preguntas sobre qué salió mal con la respuesta de Italia, particularmente en Lombardía.

Gori dijo el jueves que al menos 670 personas murieron solo en la ciudad de Bérgamo y más de 6.000 en la provincia circundante de Bérgamo. Pero señaló que solo la mitad de ellos figuran en el número oficial de Italia, ya que nunca se les hizo la prueba del virus debido a las limitaciones iniciales del laboratorio y murieron en casa o en hogares de ancianos.

Para la conmemoración estuvo Luca Fusco, cuyo padre murió temprano en el brote y quien lanzó un grupo de Facebook “Denunciaremos” para permitir a otras familias en duelo un foro para recordar a sus seres queridos ya que los funerales no estaban permitidos durante la primera ola.

En una publicación, Fusco dijo que estaba trayendo a la ceremonia los recuerdos de los muertos de Bérgamo y "ese gran libro de historias dolorosas, lágrimas y emoción y también el compartir y el consuelo que es nuestro grupo de Facebook".

Algunos de esos testimonios se convirtieron en las piezas de prueba fundacionales en una investigación criminal iniciada por los fiscales de Bérgamo sobre si se debe culpar a algún criminal por el peaje de Bérgamo y si la falta de preparación para una pandemia tuvo algún papel en ello .

Por otra parte, un grupo de 500 familias ha iniciado una demanda colectiva contra el gobierno regional de Lombardía y el ministerio de salud. En un comunicado, los abogados que encabezan la iniciativa denunciaron que algunos de los dignatarios presentes en la ceremonia del jueves se opusieron o retrasaron un cierre anticipado en Bérgamo y luego trataron de insistir en que lo que sucedió más tarde fue solo un destino trágico.

“Hoy recordar a los muertos significaría señalar que lo que pasó fue todo lo contrario a ese destino”, dijeron los abogados en un comunicado.