Brasil se solidariza con el "youtuber" que llamó genocida a Bolsonaro
Las masivas respuestas de solidaridad hacia Neto hicieron que la etiqueta "Bolsonaro genocida" fuera tendencia por varias horas en Twitter en Brasil.
Asociaciones de periodistas y abogados de Brasil, así como líderes políticos como el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, manifestaron este martes su solidaridad con el influyente "youtuber" Felipe Neto, luego de que la policía lo notificara por haber llamado genocida al presidente Jair Bolsonaro.
Entre las entidades que decidieron protestar por la decisión de la policía de usar una ley creada por la dictadura (1964-1985) para "perseguir y censurar" al "youtuber" destacan la Asociación Brasileña de Prensa (ABI), el Colegio de Abogados de Brasil (OAB), la Unión Nacional de los Estudiantes (UNE) y el Observatorio del Clima, que reúne a unos 60 grupos ecologistas como Greenpeace y WWF.
Neto informó este martes en sus redes sociales que recibió una notificación de la Comisaría de Crímenes de Informática de la Policía Civil para comparecer a una audiencia, ya que está siendo investigado por haber tildado de "genocida" al líder de la ultraderecha brasileña por su cuestionada gestión frente a la pandemia de la Covid-19.
El comediante, empresario, escritor y filántropo de 32 años, con más de 52 millones de seguidores en las redes sociales, explicó que se le abrió una investigación por su declaración con base en la Ley Nacional de Seguridad, creada por la dictadura para perseguir a sus opositores.
"Voy a enfrentarlo como siempre enfrenté los intentos de este Gobierno de silenciarme. Lo que ellos quieren es propagar miedo, pero el pueblo nunca debe tener miedo del Gobierno", afirmó Neto en un video que publicó en su cuenta en Instagram.
"El objetivo de la familia Bolsonaro no es provocarme miedo a mí. Ellos saben que tengo una enorme estructura para defenderme. El objetivo es provocarle miedo a ustedes, para que tengan miedo de hablar y piensen que serán perseguidos", agregó tras recordar que la denuncia en su contra fue presentada por el concejal por Río de Janeiro Carlos Bolsonaro, uno de los hijos del jefe de Estado.
Las masivas respuestas de solidaridad hacia Neto hicieron que la etiqueta "Bolsonaro genocida" fuera tendencia por varias horas en Twitter en Brasil.
"Manifiesto mi solidaridad a Felipe Neto. Que el intento de intimidación y censura de este no Gobierno no lo impidan seguir manifestándose libremente, como es propio de la democracia, independiente de su posición. Silenciar a las personas es una de las armas del fascismo", escribió Lula en un mensaje en Twitter.
El propio Neto comentó el mensaje del líder socialista y recordó que fue un duro crítico de algunas posiciones de Lula durante su gobierno (2003-2010) y en ningún momento el Gobierno de entonces intentó censurarlo.
"Es inaceptable el uso de fuerzas policiales para persecuciones político-ideológicas. Llamé a Felipe Neto para manifestarle mi solidaridad y sumarme al contundente rechazo a este recado intimidatorio y antidemocrático. Recado que, claramente, no está dirigido exclusivamente a Felipe", afirmó el presidente del Colegio de Abogados de Brasil, Felipe Santa Cruz.
La líder ecologista y excandidata presidencial Marina Silva, igualmente en un mensaje de solidaridad, afirmó que el intento de silenciar opiniones contrarias no es un comportamiento de un gobierno democrático sino de uno autoritario.
La Unión Nacional de los Estudiantes anunció el inicio de una campaña de recaudación de donaciones para instalar enormes letreros en todo el país con el mensaje "Bolsonaro genocida".
"En un momento en que la democracia brasileña sufre una acelerada degradación, usar un instrumento de la dictadura militar para intentar callar las voces de la sociedad civil es algo que tiene que ser repudiado por todos los brasileños, en especial por el Poder Judicial, que no puede dar guarida a ataques autoritarios", según un mensaje divulgado por los grupos ecologistas que forman parte del Observatorio del Clima.
La gestión de Bolsonaro frente a la pandemia es duramente cuestionada debido a que el presidente, que lidera la negacionista ultraderecha brasileña, ha minimizado la gravedad de la enfermedad desde el comienzo de la crisis.
Además de tildar la covid como una gripecita, criticar las medidas de distanciamiento social y hasta el uso de mascarillas y defender el uso de medicinas sin comprobación científica para tratar el coronavirus, el jefe de Estado ha puesto en duda la seguridad y la eficacia de las vacunas.
Brasil, actual epicentro global de la pandemia, es el segundo país del mundo tanto en número de muertos (282,127 víctimas) como de contagios (11.6 millones), tan solo superado por Estados Unidos.