Bélgica cierra su frontera al turismo de la UE hasta marzo aunque permitirá viajes "esenciales"

Exigirá PCR negativa en origen y otro test a la llegada a los no residentes que viajen al país por razones urgentes

Fuente externa

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Bélgica cerrará a partir de la próxima semana su frontera al turismo desde y hacia otros países de la Unión Europea para tratar de evitar la propagación de nuevas variantes del coronavirus, aunque seguirá siendo posible realizar viajes esenciales y se permitirá el paso de trabajadores transfronterizos y del transporte de mercancías.

El veto a los viajes de ocio será efectivo a partir del próximo miércoles, 27 de enero, y se prolongará al menos hasta el 1 de marzo, un plazo con el que las autoridades quieren contener los desplazamientos fuera de Bélgica durante el periodo de vacaciones de Carnaval, ya que fue en esas fechas cuando la pandemia empezó su propagación en los países de la UE.

"No vamos a construir un muro alrededor de nuestro país, se seguirá pudiendo viajar por razones urgentes", ha explicado el primer ministro, Alexander de Croo, en una rueda de prensa tras más de cuatro horas de reunión con el Comité de Concertación entre autoridades federales y regionales para evaluar la situación epidemiológica y adaptar las medidas en curso.

Así las cosas, seguirán siendo posibles los desplazamientos considerados "esenciales", por ejemplo por motivos de trabajo, para realizar estudios o por razones familiares o médicas, ha enumerado De Croo, quien ha advertido de que quienes viajen por razones urgentes deberán presentar una declaración jurada que explique el motivo del viaje.

A partir del lunes, además, Bélgica exigirá a los no residentes una prueba "doble" de que no es portador del virus, por lo que deberá presentar una PCR negativa realizada en origen y deberá someterse a un segundo test, PCR o de antígenos, a su llegada al país, ha avisado De Croo.

Los viajeros procedentes de Reino Unido e Irlanda, América Latina y Sudáfrica, por su parte, deberán realizarse PCR el día uno y el séptimo de una cuarentena de diez días obligatoria.

Además, los viajeros que logren permiso para cruzar la frontera deberán realizarse una PCR a su vuelta y cumplir una cuarentena de diez días, como ya exige Bélgica desde finales del pasado diciembre.

Por otro lado, las autoridades han abierto la puerta a la reapertura de algunos de los negocios que permanecen cerrados desde hace tres meses, como las peluquerías, los centros de estética o las agencias inmobiliarias, que podrán retomar la actividad a partir del 13 de febrero si el virus no repunta y a condición de cumplir medidas severas de distancia e higiene en sus locales.

BAJAN LOS CONTAGIOS PERO NO LAS HOSPITALIZACIONES

Según los últimos datos ofrecidos por el Servicio de Salud Pública belga, Bélgica ha registrado de media casi 2.000 nuevos casos positivos al día a lo largo de la semana pasada, lo que supone una reducción del 6 por ciento con respecto a la semana anterior.

También cae el número de fallecidos (- 9 por ciento), pero aumenta el número de hospitalizaciones (+ 3 por ciento) y la tasa de positividad se sitúa en un 5,4 por ciento, mientras que la de reproducción es de 1,04.

Así las cosas, la situación sigue siendo "frágil" porque el número de pacientes es "demasiado elevado" y el sistema sanitario sigue bajo presión, de acuerdo al análisis de uno de los portavoces del Centro de Crisis, el virólogo Yves Van Laethem.