Coronavirus

Los sindicatos alemanes reclaman establecer por ley el derecho al teletrabajo

Archivo, teletrabajo.

La Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB), la mayor organización sindical del país, reclama que se establezca por ley el derecho al teletrabajo durante la pandemia y que se sancione a las empresas que no lo ofrezcan a su plantilla. "Ahí donde es posible, debe garantizarse ese derecho laboral al trabajador", indicó el presidente de la DGB, Reiner Hoffmann, en declaraciones al diario "Süddeutsche Zeitung". La fórmula del teletrabajo no puede estar sujeta a la "buena voluntad" del empresario, como en la práctica sucede ahora, afirma Hoffmann, sino que debe quedar debidamente regulada. La pandemia ha colocado a los trabajadores ante situaciones "extenuantes", afirma, sea porque se han visto empujados a trabajar sin las debidas garantías, por miedo a perder su puesto, o porque no se les ha facilitado el trabajo desde casa. El teletrabajo debe ser una "opción" aceptada -no impuesta- por el empleado, insiste Hoffmann, quien reclama asimismo mejoras en la fórmula del "Kurzarbeit" -como se denomina en Alemania a la jornada reducida, para evitar despidos masivos-. Se estima que unos 10,5 millones de personas trabajan de forma regular desde sus casas, uno de cada cuatro ciudadanos laboralmente activos, según datos de la televisión pública ARD relativos a diciembre, cuando antes de la pandemia apenas lo hacía un tres por ciento. EL TELETRABAJO TRAS LA PANDEMIA La DGB, con unos seis millones de afiliados, reclama del Gobierno alemán una regulación clara del teletrabajo. Hasta ahora, desde el Ejecutivo de la canciller Angela Merkel simplemente se ha "recomendado" encarecidamente que se facilite en los sectores en que sea posible. El ministro de Trabajo, el socialdemócrata Hubertus Heil, presentó el pasado diciembre una iniciativa destinada a convertirse en propuesta de ley para regular ese derecho de forma permanente, más allá de la situación creada por la pandemia. Sin embargo, topó con el rechazo del bloque conservador de la canciller. CIERRE DE LA ACTIVIDAD NO ESENCIAL La propuesta de la DGB surge en medio de las duras restricciones a la vida pública y económica por la pandemia. Desde noviembre están cerradas la hostelería, el vida cultural y el ocio nocturno; desde diciembre se paralizó también la vida comercial -con excepción de las tiendas dichas esenciales, como supermercados, farmacias, ortopedias, etcétera. Estas restricciones se preveían en principio hasta el 10 de enero, pero la canciller Merkel y los líderes regionales decidieron prolongarlas hasta al menos finales de mes, en un intento por contener los contagios, que han marcado sucesivos récords. Este lunes, el Instituto Robert Koch (RKI) de virología notificó 12.497 nuevos contagios con coronavirus y 343 muertos en 24 horas. La cifra es moderada, como suele ocurrir tras un fin de semana en que se realizan menos test y no se contabilizan todos los datos. El número de positivos en toda la pandemia asciende a 1.921.024, con 40.686 víctimas mortales, y unas 1.545.500 personas constan como pacientes recuperados, según estimaciones del RKI. El máximo de contagios en un día se registró el 18 de diciembre con 33.777 nuevas infecciones, mientras que el de víctimas mortales fue el pasado viernes, con 1.188 fallecido. En toda Alemania, la incidencia acumulada en los últimos siete días se sitúa en 166,6 casos por cada 100.000 habitantes, y el pico de incidencia se registró el pasado 22 de diciembre con 197,6 nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes en una semana.