Sudáfrica teme repunte de contagios de covid-19
La aparición de nuevos brotes epidémicos en varias regiones de Sudáfrica hace temer un resurgimiento del coronavirus, que podría verse favorecido con las reuniones previstas durante las fiestas de fin de año.
Las autoridades del país, oficialmente el más afectado por el covid-19 en el continente africano, luchan por controlar el número de infecciones desde que se informó de un importante aumento en noviembre en las provincias del Cabo Oriental y el Cabo Occidental (sur).
A escala nacional, el número diario de nuevos casos superó los 3.000, lo que supone un aumento del 50% con respecto a una media de 2.000 antes de noviembre.
Más de la mitad de este aumento proviene de los contagios en el Cabo Oriental y alrededor del 25% de la provincia del Cabo Occidental.
"Los pequeños focos epidémicos que vemos en estos momentos (...) son temporales. Se tiene que hacer algo", declaró la semana pasada el ministro de Salud, Zweli Mkhize.
La tasa de transmisión del coronavirus en Sudáfrica había disminuido después de un pico en julio, con menos de tres casos detectados diariamente cada 100.000 personas entre finales de agosto y principios de noviembre.
Sin embargo, el período de calma fue breve y las autoridades están tratando de hacer frente a una posible reanudación de la epidemia.
"No estamos en la segunda ola pero en estas dos provincias (...) estamos en pleno resurgimiento", comentó el consejo del gobierno a cargo del control de la enfermedad, Salim Abdool Karim.
Si no se controlan estos nuevos brotes, es "cuestión de tiempo" que todo el país se vea afectado, advirtió.
En la ciudad más grande de Cabo Oriental, Puerto Elizabeth, los hospitales ya están luchando contra el repunte de la epidemia, aunque las autoridades locales afirman que la situación está bajo control.
- "Deficiencias crónicas" -
Los servicios de salud, ya afectados por la primera oleada, solicitaron la asistencia de la oenegé Médicos Sin Fronteras (MSF) en tres establecimientos públicos.
"Los hospitales están realmente desbordados por el gran número de pacientes, algunos incluso dicen que son más numerosos que en julio", explicó un responsable de MSF, el doctor Colin Pfaff.
"Los establecimientos carecen de personal", añadió, criticando las "deficiencias crónicas" y mencionando los contagios entre el personal sanitario.
También se ven afectados los establecimientos privados.
"Nuestros hospitales de Cabo Oriental están llenos en este momento", comentó la semana pasada a la AFP Richard Friedland, el responsable de la mayor red médica privada sudafricana, Netcare.
"No obstante, todavía tenemos capacidad para tratar a nuevos pacientes", si instalamos camas adicionales, aseguró.
Aunque el gobierno de la provincia asegura que los hospitales no están "llenos" ni "saturados", la asociación sudafricana de médicos acusó esta semana al ministerio de Salud de no dar el apoyo adecuado a un personal "desbordado".
Hasta la fecha, Sudáfrica registró un total de 792.000 casos, de los cuales más de 21.600 han muerto, para una población de casi 58 millones de habitantes.
El presidente Cyril Ramaphosa descarta por el momento un reconfinamiento, ya que el confinamiento, que entró en vigor a finales de marzo, afectó gravemente a la economía del país más industrializado del continente causando la pérdida de 2,2 millones de puestos de trabajo.
La presión para evitar una segunda ola se ve acentuada por la perspectiva de las fiestas de fin de año, cuando millones de habitantes viajarán a todas las provincias para celebrar Navidad con sus seres queridos.
Las miradas están puestas en la vacuna. Sudáfrica está llevando a cabo tres ensayos clínicos y los expertos esperan las primeras vacunas para mediados de 2021.