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Descansar para toda la eternidad... a lo grande

A lo largo de la historia, los ritos funerarios han dado a la humanidad monumentos de indiscutible valor: desde a la tumba de Tutankamón al mausoleo de Qin Shi Huang…

Afueras del Taj Mahal, custodiado por un policía indio. EFE/EPA/STR

Durante años la muerte ha sido uno de los aspectos que más han inquietado a los seres humanos y los ritos funerarios un reflejo de cómo se lidiaba con la parca en diferentes culturas. A lo largo de la historia, las sociedades han construido lugares de descanso eterno para sus miembros que destacan por su belleza, su tamaño o su peculiaridad. Estos son algunos de los más destacados.

CUSTODIADO POR 8.000 GUERREROS

En 1974, unos agricultores chinos que buscaban agua subterránea comenzaron a excavar y se toparon con unas reliquias. En aquel momento, lo que había quedado a la vista tras retirar parte de la tierra eran figuras de cabezas y las puntas o la parte superior de algunas lanzas.

Aquellas cabezas parecían haber estado unidas a cuerpos de tamaño real. El arqueólogo Zhao Kangmin, encargado de aquel hallazgo, se llevó los fragmentos al museo y armó dos soldados de casi 1,80 de estatura.

Ese fue el momento en el que se descubrieron los famosos Guerreros de Xi’an (provincia de Shaanxi, en la República Popular China). A partir de ahí, se llevaron a cabo excavaciones para sacar a la luz los restantes: en total, 8.000 soldados, a veces sobre caballos y con carros.

Era el ejército de terracota encargado de defender la tumba de Qin Shi Huang, el primer emperador de China que unificó el país en una sola identidad política. La cámara mortuoria que custodian nunca ha sido abierta.

EN MEDIO DEL DESIERTO

El Valle de los Reyes es una impresionante necrópolis en el desierto, al oeste de Luxor, en Egipto, en el que descansan los faraones del Nuevo Reino.

Allí fueron enterrados Ramsés IX, Ramsés III, Ramsés I, Tutmosis III, Amenofis III y Seti I, entre otros. Aunque, probablemente, la tumba más conocida hallada allí sea la de Tutankamón.

Su último lugar de descanso no es el más grande ni mucho menos el más lujoso, pero el descubrimiento de la tumba prácticamente intacta en 1922 la hizo mundialmente reconocible.

El arqueólogo inglés Howard Carter y George Edward Stanhope Molyneux Herbert, quinto Conde de Carnarvon, que financió la excavación, fueron las dos primeras personas en miles de años en entrar en la tumba de Tutankamón.

Su reinado fue bastante breve, de apenas una década, y su muerte, cuando tan solo tenía unos 20 años, no le reportaron un lugar privilegiado en el Valle, pero el descubrimiento de su cámara funeraria y su sarcófago han hecho del joven faraón uno de los más famosos de la historia.

UN PALACIO BLANCO

El Taj Mahal, uno de los lugares más visitados de India y del mundo, es un monumento funerario. El complejo está ubicado en Agra, en el estado indio de Uttar Pradesh.

Esta colosal edificación, considerada como una de las siete maravillas del mundo moderno, fue construida a petición del emperador mogol Shah Jahan, pero no para ser su última morada, sino como el lugar de reposo final de su esposa Mumtaz Mahal, princesa persa, quien murió durante el parto en 1631.

El complejo, comenzado en 1632 y cuyas decoraciones se completaron en 1647, consta de una entrada, jardines, de una mezquita, un edificio que la refleja y el mausoleo.

En su construcción se emplearon unos 20.000 trabajadores y la leyenda cuenta que el emperador tenía la intención de erigir otro mausoleo para albergar su propio sueño eterno al otro lado del río Yamuna, que debía ser de mármol negro y estar conectado con el de su esposa por un puente.

Finalmente Jahan fue depuesto por su hijo y acabo su vida entre rejas.

CATACUMBAS EN ALEJANDRÍA

Cuando el general Alejandro Magno conquistó Egipto, 330 años antes del nacimiento de Jesucristo, fundó una ciudad que se nombró en su honor: Alejandría.

Por su situación estratégica, pronto la urbe se llenó de comerciantes y las gentes que allí habitaban provenían de diversas culturas y orígenes.

El nombre de Alejandría está irremediablemente ligado a dos maravillas: su biblioteca y el faro. Lamentablemente, ninguna de las dos construcciones se ha conservado hasta la actualidad, pero hay otros atractivos que aún pueden ser visitados y admirados en la ciudad portuaria, bañada por el mediterráneo. Por ejemplo, la tumba de Kom El-Shoqafa.

En 1900, un hombre iba sobre un burro y este se tropezó con un hoyo en el camino. Gracias a este infortunio se descubrió un laberinto de catacumbas, la mayor necrópolis grecorromana de Egipto.

El complejo de tumbas tiene aproximadamente 35 metros de profundidad y tres niveles. Las decoraciones de las catacumbas son una mezcla de motivos egipcios y grecorromanos y parte del complejo está dedicado a la diosa griega Némesis.

LA ÚLTIMA MORADA DE UNA DINASTÍA

Las tumbas imperiales en el complejo de Hué están situadas a las orillas del río Perfume, en las afueras de la ciudad que le da nombre, en la zona central de Vietnam.

Los reyes de la dinastía Nguyen diseñaron sus propios mausoleos para que fuesen un reflejo de su personalidad, por lo que todos son diferentes.

Los Nguyen, la última dinastía, conquistaron el poder durante un conflicto civil por el que Vietnam acabó de dividido y Gia Long, el fundador y primer rey, reunificó el país en 1802.

Durante el reinado de esta dinastía, los franceses fueron tomando cada vez más influencia que desembocó en la colonización del país desde finales del siglo XIX.

La tumba de Gian Long, que también acuñó el nombre del país, Vietnam, es la más antigua, solitaria y remota y se completó en 1820.

La de Minh Mang, hijo de Long, se terminó en 1843. Es grande y ordenada y, según la página web oficial de turismo de Vietnam, “un reflejo del vigor militar y del conservadurismo cultural”.

La de Duc Duc, otro ejemplo significativo, es pequeña y humilde, que denota un reinado breve, de solo tres días, antes de ser depuesto y condenado a muerte. Es ajardinada y es un ejemplo de arquitectura imperial.