Asamblea virtual de ONU da voz a algunos líderes mundiales

Está por ver si un breve discurso online les beneficiará en el ámbito nacional.

En esta imagen, proporcionada por Naciones Unidas, el secretario general de la ONU, António Guterres, interviene en la 75ma sesión de la Asamblea General de la ONU, el 22 de septiembre de 2020, en la sede de la institución, en Nueva York. (Eskinder Debebe/ONU via AP)

En esta imagen, proporcionada por Naciones Unidas, el secretario general de la ONU, António Guterres, interviene en la 75ma sesión de la Asamblea General de la ONU, el 22 de septiembre de 2020, en la sede de la institución, en Nueva York. (Eskinder Debebe/ONU via AP)

El país que visita no lo reconoce como jefe de Estado. Su inmunidad diplomática depende de Naciones Unidas, no de un gobierno hostil que podría decidir detenerlo por cargos de narcotráfico si pone un pie en Estados Unidos. Y además está la recompensa de 15 millones de dólares que ofrece Washington por información que lleve a su arresto.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tiene buenas razones para no viajar a Nueva York para la Asamblea General anual de la ONU con líderes de todo el mundo. Pero el formato virtual del evento este año, motivado por la pandemia del coronavirus, supone que puede ser oído sin necesidad de pisar suelo estadounidense ni arriesgarse a una rebelión si abandona el país.

En su lugar, Maduro hablará desde la comodidad del palacio presidencial, renovando su puesto en el escenario internacional tras faltar a la Asamblea el año pasado.

“Esto abre una oportunidad para Maduro que usualmente no tiene”, señaló el analista venezolano Luis Vicente León. “En el neto, él sale ganando”.

Pero no es el único. Una Asamblea General virtual no conoce fronteras, no supone gastos de viaje y permite que incluso los dirigentes más cautos, quisquillosos o paranoicos puedan expresar su opinión sin tener que abandonar las burbuja de seguridad de su casa.

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, habló ante la Asamblea por primera vez en sus cuatro años en el cargo. El discurso del rey Salman será el segundo en más de seis décadas de un monarca de de Arabia Saudí. Y el presidente populista de Tanzania, John Magufuli, que raramente sale del país, también tendrá sus 15 minutos.

Está por ver si un breve discurso online les beneficiará en el ámbito nacional. Tras meses en cuarentena, gran parte del mundo mantiene las distancias, pero las voces de estos líderes llegarán seguramente más lejos que en el pasado. Y lo contrario para sus enemigos en la oposición, que suelen depender de los actos paralelos para difundir su mensaje cuando los líderes mundiales se congregan en Nueva York.

“Los discursos virtuales ofrecen una ocasión”, apuntó Shannon O’Neil, vicepresidenta del Consejo de Relaciones Exteriores, al inicio de la Asamblea. “Pero el formato virtual también los pone en la misma plataforma que a un usuario habitual de Zoom”.

La situación de Venezuela es un claro ejemplo: la nación está inmersa en una guerra de poder entre Maduro y el líder opositor Juan Guaidó, que cuenta con el respaldo de Estados Unidos. El año pasado, los dos enviaron representantes que evitaron cuidadosamente cruzar sus caminos en la ONU. Mientras la vicepresidenta Delcy Rodríguez, subía al estrado principal, la oposición tenía una potente presencia al margen de la cumbre. El propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ejerció de anfitrión de una de las cuatro reuniones de alto nivel sobre la crisis venezolana.

Este año, Maduro será el encargado de pronunciar el discurso oficial de su país y Guaidó ofrecerá declaraciones a través de otra plataforma. Sus asesores asistirán a algunos eventos paralelos de la ONU, ninguno de ellos sobre Venezuela. Se espera que la falta de reuniones cara a cara complique las cosas para la oposición, que ha perdido impulso en el último año.

“Sin duda alguna, este formato hace mucho mas dificil copar el tema solo en Venezuela”, señaló Miguel Pizarro, que representa los esfuerzos humanitarios de la oposición en Washington.

La menor visibilidad de la oposición tiene también un impacto emocional.

“Yo creo que, para los venezolanos en general, que Maduro intente hablar representándonos a nosotros siempre es un insulto”, dijo el exiliado legislador.

Pero es probable que el discurso online tampoco haga que Maduro gane nuevas simpatías.

Un reciente reporte del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas acusó a su gobierno de cometer crímenes de lesa humanidad, incluyendo horribles casos de tortura y asesinatos perpetrados supuestamente por las fuerzas de seguridad. Sus métodos: descargas eléctricas, mutilación genial y asfixia, entre otros. Es probable que esas acusaciones salgan a relucir varias veces en la asamblea virtual.

“No creo que vaya a lograr ningún beneficio adicional”, afirmó el exembajador estadounidense Nicholas Burns, profesor en la Harvard Kennedy School. “Si habla por Zoom, podría además generar críticas adicionales”.

Todos los líderes que comparezcan ante la ONU a través de una pantalla podrían lograr pocos beneficios.

“La mayoría de los líderes van a ver esto como un ejercicio puramente doméstico”, dijo Philip Alston, profesor de Derecho en la Universidad de Nueva York. “Esto siempre ocurre a algún nivel, pero dado que no hay ocasión para fotografías, ni reuniones con otros presidentes ni nada, el único valor real es pronunciar un discurso que reafirme ciertas posiciones para el consumo interno”.

Duterte utilizó la plataforma el martes para defender su operación antidroga que se ha cobrado la vida de más de 5.700 personas, en su mayoría pobres. La intervención de Magufuli, el dirigente tanzano, coincide con la campaña para su reelección el próximo mes en unos comicios que según los líderes opositores se han topado con la obstrucción del gobierno en todo momento. Y el discurso del rey Salman será el primero desde que su hermano se dirigió a la Asamblea General en 1957. El monarca, de 84 años, solía delegar en su ministro de Exteriores.

En un breve discurso el lunes para conmemorar el 75 aniversario de la ONU, Maduro apuntó que el mundo enfrenta una decisión crucial entre uno multipolar y uno dominado por el imperialismo.

“Un mundo en su diversidad, en su paz, en su cooperacio´n, versus el mundo del hegemo´n, del imperialismo”, dijo delante de un enorme retrato del héroe libertador, Simón Bolivar.

Durante la retransmisión de su discurso en su cuenta de Facebook, algunos felicitaron al “camarada” y otros le criticaron por comparecer.

“Qué bien, señor presidente, excelente su labor en la destrucción del país”, escribió un hombre.

Fanny González, de 60 años, siguió la intervención desde su celular. Aunque es una orgullosa seguidora de Maduro, en los últimos años ha visto como su dos hijos adultos se marchaban del país, como los cinco millones de compatriotas que se estima que se fueron para buscar un futuro mejor en el extranjero. Los cortes de electricidad y agua son frecuentes. Las cajas de comida del gobierno tardan en llegar.

Sin embargo, dijo sentirse orgullosa verlo desde el departamento que dice que tiene gracias a la revolución del difunto presidente socialista Hugo Chávez.

“Muchos apostaban a que él no iba a durar nada”, afirmó. “Y el hombre ha echado hacia adelante”.