Salida de Áñez de contienda electoral busca frenar partido de Evo Morales
El tablero electoral de Bolivia se sacudió después de que la presidenta interina Jeanine Áñez renunció a su candidatura presidencial para hacerle frente al partido del expresidente Evo Morales, favorito para las elecciones del 18 de octubre.
“Este es un mensaje positivo, es una señal de certidumbre al electorado y allana una gestión de gobierno para garantizar unas elecciones de forma pacífica y despolitizada”, dijo el viernes la socióloga y profesora de la estatal Universidad Mayor de San Simón, María Teresa Zegada, a The Associated Press.
Pero el postulante que marcha primero en las últimas encuestas, el exministro Luis Arce -que compite por el Movimiento Al Socialismo (MAS) de Morales-, le restó importancia a la declinación de Áñez. “A nosotros nos tiene sin ninguna motivación, sin cuidado, estamos simplemente trabajando lo nuestro”, dijo a la televisora Cadena A.
Sin embargo, “la nueva figura pone en riesgo al MAS porque ellos ya han llegado a un techo de su electorado y no tienen con quién más hacer una negociación”, aseguró Zegada.
Áñez, de 53 años, asumió la presidencia en noviembre después de la renuncia de Morales tras las fallidas elecciones tildadas de fraudulentas que generaron un estallido social que dejó más de una treintena de muertos.
La candidatura de Áñez le costó fuertes críticas y la mandataria interina fue perdiendo apoyo hasta ubicarse en cuarto lugar en las encuestas. Su gobierno a su vez se debilitó tras la denuncia de una supuesta compra con sobreprecio de 170 respiradores para enfrentar la pandemia del nuevo coronavirus.
Para el analista político Marcelo Silva, quien también es profesor de la Universidad Nuestra Señora de La Paz, la mandataria se libró de un desastre. “Esta decisión es más simbólica”, expresó.
Aunque Áñez no dio su apoyo a ningún candidato se espera que sus eventuales votos favorezcan al expresidente Carlos Mesa (2003-2005), segundo en la preferencia del electorado, explicó Zegada.
Mesa aplaudió la decisión porque deja “libre” a la votación. “Lo que está pasando es que se está volviendo a apostar a la polarización, lo que pasó el año pasado, al voto en contra de Morales y quién lo canaliza”, sostuvo Zegada.
Más tarde, desde la organización política que apoyó a Áñez, Movimiento de Demócratas, señaló en un comunicado que apoyan la idea de la concertación y de la unidad de los votantes para vencer al MAS después de no haber podido lograr una unión entre los demás candidatos.
“Cada organización debe orientar o no libremente el voto de sus militantes y simpatizantes. Estamos convencidos que, tanto los ciudadanos como los líderes de los partidos, sabrán asumir la responsabilidad que les corresponde”, agrega el documento.
Mientras tanto, el presidente del Tribunal Supremo Electoral, Salvador Romero, dijo en conferencia de prensa que la renuncia es tardía porque la impresión de boletas está muy avanzada y se “va a continuar” como estaba, incluida la alianza de Áñez.
Añadió que se espera la comunicación oficial de la organización política para saber si es una declinación sólo de la candidatura a la presidencia, del binomio o si se trata del retiro de la organización política. “Vamos a aguardar para tener una posición”, mencionó.
El 18 de octubre Bolivia elegirá presidente, vicepresidente, senadores y diputados, por lo que el voto disperso pone en riesgo que la Asamblea Legislativa tenga una fuerte presencia del MAS, dijo a la AP el analista Jorge Dulón. “Pasaría lo que ahora estamos viviendo, una Asamblea controlada por el MAS, sin dejar gobernar a la presidenta”, mencionó.