El silencio ahonda la tragedia en Colombia
La ley del silencio impera en las regiones más remotas de Colombia donde campean las bandas criminales a las que el Gobierno atribuye algunas de las recientes masacres que han causado 40 muertos, lo que deja el camino expedito para la impunidad, dijeron ayer jueves organizaciones sociales.
“La gente en los territorios no se atreve a decir nada porque si lo dice (los asesinos) rápidamente se van a dar cuenta quién lo dijo y van a ser víctimas de esos grupos. No hay garantías en los territorios para que la gente hable tranquilamente en una investigación”, dijo a Efe Diana Sánchez, directora de la Asociación Minga, una organización defensora de derechos humanos.
Sánchez puso como ejemplo el caso reciente de un líder social del departamento del Putumayo, fronterizo con Ecuador, a quien le asesinaron un hijo, “y nadie quiere decir nada porque la gente tiene mucho miedo”.