Por qué las tácticas de las manifestaciones se difunden como los memes

Las imágenes de las manifestaciones que se difunden en las redes sociales muestran muchas otras escenas similares ocurridas en lugares opuestos del mundo, y casi siempre presentan objetos de uso cotidiano utilizados de manera ingeniosa.

Protestas en Beirut, Líbano. Una persona golpea una aparente bomba lacrimógena con una raqueta. / AP

Protestas en Beirut, Líbano. Una persona golpea una aparente bomba lacrimógena con una raqueta. / AP

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The New York TimesSanto Domingo

Un fotograma captado en Hong Kong en agosto de 2019 muestra una columna de humo dirigiéndose hacia un grupo de manifestantes en favor de la democracia, el cual va corriendo para colocar un cono naranja de tráfico sobre un cartucho de gas lacrimógeno. Un video tomado nueve meses después y a 11.000 kilómetros de distancia, en una manifestación de Black Lives Matter (Las vidas negras importan) en Minneapolis, muestra otro pequeño grupo que usa el mismo truco. Dos momentos, dos continentes, dos grupos de personas que colocan conos con actitudes casi idénticas.

Las imágenes de las manifestaciones que se difunden en las redes sociales muestran muchas otras escenas similares ocurridas en lugares opuestos del mundo, y casi siempre presentan objetos de uso cotidiano utilizados de manera ingeniosa.

Sopladores de hojas que se usan para disipar las nubes de gas lacrimógeno; bastones de hockey y raquetas de tenis para batear los cartuchos hacia los oficiales; apuntadores láser de alto poder para bloquear las cámaras de seguridad; y tablones de madera, tablas de surf, paraguas y otros objetos han servido como escudos para proteger a los manifestantes de los proyectiles y para construir barricadas.

An Xiao Mina, investigadora del Berkman Klein Center for Internet and Society de la Universidad de Harvard, ha estudiado estas resonancias. En el verano de 2014, cuando se estaban desarrollando la Revolución de los Paraguas en Hong Kong y las manifestaciones de Black Lives Matter en Estados Unidos posteriores al asesinato de Michael Brown, Mina observó que los manifestantes hablaban un idioma común y hasta compartían las mismas gesticulaciones con las manos que acompañan a la consigna “Manos arriba, no disparen”.

En ocasiones, los distintos grupos incluso se agradecían de manera directa, “como cuando los manifestantes de Ferguson llevaron paraguas para la lluvia y agradecieron descaradamente a los manifestantes de Hong Kong por la idea”, escribió Mina en su libro de 2018 “Memes to Movements” (De los memes a los movimientos).

Pero con frecuencia, observó, la similitud en las imágenes era impensada. En su difusión, su simultaneidad y su influencia mutua indirecta, los videos de las manifestaciones tienen todas las características de los memes, esos elementos de la cultura y el comportamiento que se difunden con rapidez por internet. La misma transferencia cultural que nos ofrece retos virales y memes asombrosos que poco a poco producen un gran impacto favorece el lenguaje de las manifestaciones.

“Vivimos en un mundo de dinámica de la atención, así que tiene sentido que las tácticas empiecen a coincidir”, afirmó Mina, quien denominó a la tendencia que tienen las imágenes de construirse unas a partir de otras como “subirse al tren memético”, y señaló que los artículos de uso cotidiano que se convierten en objetos de protesta son “inherentemente carismáticos”.

Franklin López, fundador y antiguo miembro de Sub.media, un colectivo anarquista que produce videos y que ha filmado decenas de manifestaciones, comentó que “los videos que se comparten en las redes sociales y los informes de los medios convencionales se convierten en ‘manuales’ de tácticas para las manifestaciones”.

“Vemos las imágenes de Hong Kong donde se usan los paraguas como herramientas contra la vigilancia y la gente de aquí nos dice: ‘¡Estupenda idea!’, y luego vemos paraguas en las siguientes manifestaciones”, comentó.

Desde luego, no es solo imitación de las redes sociales. Mina señaló que “los activistas de todo el mundo aprenden unos de otros de manera dinámica e intercambian recomendaciones”.

Acerca de la comunicación directa entre los grupos de Hong Kong y de Estados Unidos, López señaló: “Se comparten y traducen textos que no solo describen las tácticas y las estrategias, sino también informes sobre lo que ha funcionado y lo que no, y también acerca de eventos presenciales, proyecciones de videos y charlas por internet”.

Por ejemplo, en junio, Lausan, un grupo que se formó durante las manifestaciones de Hong Kong que pretende vincular los movimientos izquierdistas en diversos países, organizó un seminario en línea y ofreció un foro para que los activistas de Hong Kong y de Estados Unidos compartieran estrategias.

Katharin Tai, candidata a doctorado en Ciencias Políticas en el Instituto Tecnológico de Massachusetts que estudia la política exterior de China y la intersección de la política internacional y el internet, dividió en dos categorías la información que se comparte entre Hong Kong y Estados Unidos.

Una abarcaba el intercambio intergrupal de las tácticas entre los grupos de manifestantes, aunque observó que debido a que ninguno de los dos trabajos de protestas era jerárquico, no estaban organizados necesariamente desde arriba.

La segunda, señaló, incluía la traducción de gráficas e información útiles —por ejemplo, qué tipo de máscaras antigases protegen mejor contra el gas lacrimógeno— mismas que luego se publican en internet. “Esa es la manera menos organizada, en la que solo se lanza al aire”, comentó.

Las redes sociales han acelerado una larga historia de diálogo directo e indirecto entre los movimientos de protesta en todo el mundo.

Mark Bray, organizador de Occupy Wall Street y catedrático de la Universidad Rutgers, mencionó que compartir o imitar las estrategias y las tácticas de las manifestaciones es algo “tan antiguo como las estrategias y las tácticas de las manifestaciones”, pero que las redes sociales “han mostrado a la gente otras tácticas diferentes”.

“En ese sentido, al igual que todo tipo de nuevas tecnologías de comunicación, han acortado la distancia aparente entre los movimientos de todo el mundo”, comentó Bray, quien es autor de “Antifa: The Anti-Fascist Handbook” (Antifa: un manual antifascista), la historia de ese movimiento.

Anastasia Veneti, quien imparte cátedra en la Universidad de Bournemouth, en Inglaterra, y se especializa en la cobertura de los movimientos de protesta que hacen los medios, afirmó que las fotografías y los videos que los manifestantes han realizado y publicado “han tenido una influencia en los fotógrafos profesionales, que han comenzado a generar imágenes similares”.

“Con esta ola global de activismo posterior a 2010, hemos visto que este paradigma o enmarcamiento mediático ha comenzado a cambiar y, en buena medida, este cambio se atribuye al hecho de que los manifestantes mismos están mejor organizados gracias al uso de las nuevas tecnologías de los medios”, afirmó.

No solo se encuentran imágenes coincidentes de las manifestaciones entre Hong Kong y Estados Unidos. También aparecen en México y Grecia, Kurdistán y Cataluña.

Sin embargo, los académicos y los activistas mencionaron que Hong Kong tiene una participación primordial en la imaginación de los activistas gracias al ingenio táctico de los manifestantes de ese país, y por la disposición de los medios occidentales a cubrir de manera amplia las manifestaciones en favor de la democracia.

Gabriella Coleman, profesora en la Universidad McGill que estudia el activismo en medios digitales, observó que incluso las publicaciones apolíticas estaban dispuestas a cubrir las manifestaciones de Hong Kong. “Debido a que se considera a Hong Kong como una democracia occidentalizada que está siendo aplastada por su autoritario progenitor, no existe ninguna controversia para hacer reportajes al respecto”, señaló.

Cuando le preguntaron si Hong Kong se vislumbra como algo particularmente importante a los ojos de los manifestantes experimentados, López respondió enfáticamente: “¡Pero por supuesto!”. Dijo que las manifestaciones de Hong Kong son “épicas”.

“Más que cualquier otra cosa, la disciplina, la organización y la persistencia de estas personas han sido muy estimulantes”, comentó López, y añadió que el pueblo de Hong Kong “nos está enseñando lo que es posible”.

Policías son molestados con punteros laser durante protestas en Estados Unidos. / AP

Personas durante una protesta en Estados Unidos.