La tensión política se alarga en Bolivia con la nueva fecha de los comicios
El incremento de contagios por la pandemia coincidirá con la fecha anteriormente fijada del 6 de septiembre.
Las elecciones en Bolivia se aplazan de nuevo por la COVID-19, alargando la tensión política entre el partido de Evo Morales, que quiere ir cuanto antes a las urnas, y el resto de las principales candidaturas que prefieren esperar a que se suavice la pandemia.
La nueva fecha para la elección general del país es el 18 de octubre con la posibilidad de una segunda vuelta a fines de noviembre y la posesión de nuevas autoridades, senadores y diputados además del presidente y vicepresidente, en diciembre.
El incremento de contagios por la pandemia de la COVID-19 que, según las proyecciones de las autoridades del país, coincidirá con la fecha anteriormente fijada del 6 de septiembre fue la razón principal para que el ente electoral proponga una nueva prórroga.
ARGUMENTOS DE LA MODIFICACIÓN
"No podemos ni ir a las elecciones sin resguardos suficientes ni tampoco pretextar el gravísimo drama, dolor y luto de la pandemia para anular o postergar indefinidamente las elecciones", sostuvo en rueda de prensa en La Paz el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero.
El titular del organismo electoral dio a conocer la nueva fecha de la elección después de que algunos partidos y alianzas hicieran pedidos por una postergación.
Romero apuntó que la nueva fecha "genera mayores condiciones para la protección de la salud, facilidades de votación en el exterior, llegada de misiones de observación internacional", además de la logística para la organización de los comicios ya aplazados en dos ocasiones.
RECHAZO DEL MAS DE EVO MORALES
"El Gobierno de facto quiere ganar más tiempo para continuar con la persecución contra dirigentes sociales y contra candidatos del MAS-IPSP. Esa es otra forma de proscripción. Por eso no quiere elecciones el 6 de septiembre", escribió Evo Morales en Twitter desde Argentina.
Su partido el Movimiento Al Socialismo (MAS), que tiene mayoría en el Parlamento del país, ha defendido que el ejercicio de que se puede ir a las urnas y a la vez cuidar la salud.
Antes de la declaración de la emergencia sanitaria y de la cuarentena, en marzo pasado, las encuestas colocaban en un primer sitial al candidato masista Luis Arce por varios puntos por sobre el expresidente del país Carlos Mesa, de la alianza Comunidad Ciudadana.
Sin embargo, una última consulta publicada esta semana, aunque realizada en ciudades capitales y sin tomar en cuenta el área rural, estableció de que hay un supuesto empate entre Arce y Mesa con 26 por ciento de la preferencia electoral y con un alto porcentaje de votantes indecisos.
REACCIONES DE OTROS PARTIDOS
La candidata por Juntos y presidenta interina del país, Jeanine Áñez, se manifestó en Twitter señalando que cumplirá lo que disponga el ente electoral "cualquiera sea esa fecha" de la elección.
Carlos Mesa por su parte publicó un video en redes sociales en el que también manifestó "su pleno respaldo" a la postura del organismo electoral, considerando la importancia de la lucha contra el nuevo coronavirus.
No fue la misma la postura del candidato por Creemos y exdirigente cívico Luis Fernando Camacho, que asemejó a Romero con un "niño caprichoso" y pidió que los comicios se celebren cuando la situación "no sea sinónimo de contagio y muerte".
El expresidente Jorge "Tuto" Quiroga apoyó la postergación de los comicios, como una muestra de que "triunfó la vida sobre el capricho de algunos".
Las elecciones ya se habían pospuesto de mayo a septiembre por la emergencia sanitaria en el país, que acumula 2,328 fallecidos y 64,135 casos confirmados de la enfermedad entre sus once millones y medio de habitantes, lo que le sitúa en uno de los más afectados del mundo comparado con su población, de acuerdo a distintos estudios.
Los comicios para elegir presidente, vicepresidente, diputados y senadores están pendientes en Bolivia desde que se anularon los de octubre del año pasado, en los que Evo Morales había sido declarado vencedor para un cuarto mandato seguido, entre denuncias de fraude a su favor que están bajo investigación judicial y que siempre ha rechazado el ahora expresidente.
Morales denuncia que fue forzado a dejar el poder por un golpe de Estado en medio de presiones de militares y policías, entre otras, para privarlo de una nueva victoria electoral y derrocarlo.