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Felipe VI, en Santo Domingo

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OLIVO A. RODRÍGUEZ HUERTASMadrid, España

El rey Felipe VI, ha visitado Santo Domin­go, la ciudad primada de América, en varias ocasio­nes: primero, en visita de paso; luego, como parte de su entrenamiento mi­litar; y, de manera oficial, representando al Reino de España en el traspaso de mando presidencial en la República Dominicana.

El primer viaje a América de don Felipe, en aquel en­tonces príncipe de Asturias, tuvo como objetivo partici­par, junto al presidente del Gobierno de España, Feli­pe González, en el 450º ani­versario de la fundación de Cartagena de Indias, en el año 1983. Antes de llegar a su destino, Su Alteza Real hizo una parada, en Santo Domingo, donde fue recibi­do por el presidente Salva­dor Jorge Blanco, en el Pala­cio Nacional.

En esta corta estancia, de apenas unas horas, don Felipe, tuvo la oportuni­dad de conocer el Museo del Hombre Dominicano, acompañado de los hijos del presidente Jorge Blan­co, Orlando y Dilia Leticia. En el museo, el historiador nacional Frank Moya Pons, impartió a su Alteza Real las explicaciones correspon­dientes.

La segunda ocasión en que el hoy rey de España vi­sitó Santo Domingo, fue por vía marítima, atracando en el buque-escuela Juan Se­bastián Elcano en el antiguo puerto colonial de la ciudad primada de América, que sirvió de entrada durante varios siglos, a emigrantes españoles.

La visita de Su Alteza Real, fue parte de su forma­ción militar, en una travesía de 31 días que se inició en Cádiz, y que tuvo como últi­mo puerto, antes de su regre­so a España, el puerto de Bal­timore, en los Estados Unidos de América.

El recorrido por el país, que se extendió desde el día 6 hasta el 11 de mayo de 1987, tuvo unas características par­ticulares, porque a pesar de no tratarse de una visita ofi­cial, el entonces presidente Joaquín Balaguer, quiso aga­sajar a don Felipe con todo ti­po de atenciones.

La actividad oficial de ma­yor relevancia en honor al jo­ven príncipe lo fue, la conde­coración con la “Gran Cruz Placa de Oro de la Orden He­ráldica de Cristóbal Colón”, que le fuera impuesta en un acto solemne en el salón de embajadores del Palacio Na­cional, por el presidente Ba­laguer.

El preceptor de don Felipe VI, José Antonio Alcina, en una parte de su obra FELIPE VI LA FORMACION DE UN REY, bajo el título: La espa­ñola isla de Santo Domingo, dedica varias páginas al rela­to de la visita, dando cuenta de que, adicionalmente a las actividades con el presidente dominicano y con altos fun­cionarios de su gabinete, fue realizada una ofrenda floral ante el altar de la patria, y vi­sitas, al Alcázar de Colón y a otros monumentos colonia­les de nuestra ciudad prima­da, a la Escuela Naval de la Marina de Guerra dominica­na, así como un encuentro en el Club de Oficiales de la M. de G., “en el que los alumnos invitados disfrutaron de la cadenciosa música de salsas y merengues”.

Asimismo, el preceptor real relata que en un encuen­tro de don Felipe con la co­munidad española en la Casa de España, “aceptó el ofre­cimiento de un conocido in­dustrial que ponía a su dis­posición una avioneta para visitar, el día siguiente, las tu­rísticas playas del norte de la isla, en un corto viaje con al­gunos de sus compañeros”.

Aunque en la obra seña­lada, su autor expresa que “Santo Domingo fue uno de los puertos de más complica­da preparación en cuanto a la definición del programa a de­sarrollar por el Príncipe”, en especial, por la cantidad de actividades oficiales que se incluyeron “restaron algún tiempo para el descanso al jo­ven visitante”, afirma que el presidente Balaguer recibió a don Felipe “con extrema­da simpatía y afecto, como si recibiese a su propio hijo”, y que al momento de “colo­car sobre el pecho del joven Príncipe la banda de la orden y prender en su uniforme la placa de oro, pronunció un patriótico y emocionado dis­curso en el que demostraba su categoría de estadista y su amor a la Madre Patria, con­cepto que defendía y mante­nía a pesar de otras modas extendidas por otros países en aquellos momentos”.

José Antonio Alcina valo­ra el viaje a Santo Domingo del hoy monarca español con las siguientes palabras: “Pero hay que destacar que fue el país que mas volumen de no­ticias prodigó en relación con la llegada del Príncipe here­dero y que con más afecto y cariño le trató”.

Posteriormente, don Feli­pe, en su condición de prínci­pe de Asturias, tuvo la opor­tunidad de visitar Santo Domingo, en reiteradas oca­siones, encabezando misio­nes oficiales de representa­ción del Reino de España en actos de traspaso de mando presidencial en la República Dominicana.

La primera ocasión, lo fue el 16 de agosto de 1996, con motivo del acto de toma de posesión del presidente Leo­nel Fernández Reyna. Poste­riormente, estuvo presente en la toma de posesión del presidente Hipólito Mejía Domínguez, el 16 de agosto de 2000, así como en la terce­ra investidura del presidente Leonel Fernández, el 16 de agosto de 2008.

La última vez que don Feli­pe VI, como Príncipe de Astu­rias, estuvo en Santo Domin­go, lo fue en ocasión del acto de juramentación del primer período del presidente Dani­lo Medina Sánchez, el 16 de agosto del 2012. En esta visi­ta, por coincidencias del des­tino, en la mañana del 16 de agosto, previo al acto de ju­ramentación del presiden­te dominicano, el embaja­dor español don Jaime De La Cadena, organizó a Su Alte­za Real un encuentro con jó­venes destacados de nuestro país, entre los que figuraban el que posteriormente seria designado presidente de la Suprema Corte de Justicia, Luis Henry Molina, y el hoy presidente electo de la Repú­blica Dominicana, Luis Ro­dolfo Abinader.

Ya como rey de España, don Felipe VI recibió en au­diencia privada al presidente Danilo Medina, en el Palacio Real de Madrid, el día 2 de diciembre de 2019, encuen­tro que tuve el privilegio de presenciar, en mi calidad de embajador dominicano an­te el Reino de España, junto al ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo.

\ Dios mediante, los dominicanos tendremos la oportunidad de recibir la vi­sita de Su Majestad Felipe VI, en el año 2022, para encabe­zar la XXVIII Cumbre Ibero­americana de Jefes de Esta­do y de Gobierno, de la que la República Dominicana será país anfitrión.

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