Singapur y China ponen en marcha una "burbuja de viaje" tras la COVID-19

Un hombre con una máscara facial se sienta en un café como se ve a través de una ventana empañada debido a la humedad en Guangzhou, provincia de Guangdong, China, el 31 de mayo de 2020. Las personas en Guangzhou vuelven a la vida diaria normal a medida que la ciudad comienza a aliviar sus medidas de contención de coronavirus después de COVID -19 brote en China, mientras que el sur de China ha estado empapado por la lluvia continua durante las últimas 2 semanas causando inundaciones en toda la provincia de Guangdong. (Inundaciones) EFE / EPA / ALEX PLAVEVSKI

Un hombre con una máscara facial se sienta en un café como se ve a través de una ventana empañada debido a la humedad en Guangzhou, provincia de Guangdong, China, el 31 de mayo de 2020. Las personas en Guangzhou vuelven a la vida diaria normal a medida que la ciudad comienza a aliviar sus medidas de contención de coronavirus después de COVID -19 brote en China, mientras que el sur de China ha estado empapado por la lluvia continua durante las últimas 2 semanas causando inundaciones en toda la provincia de Guangdong. (Inundaciones) EFE / EPA / ALEX PLAVEVSKI

Singapur y China iniciaron este lunes una "burbuja de viaje" entre los dos países tras mantener controlados los contagios por el nuevo coronavirus y con el objetivo de reiniciar la actividad económica.

Conforme a este acuerdo bilateral, firmado a finales de mayo, los ciudadanos de ambas naciones podrán retomar desde hoy los viajes oficiales y de negocios esenciales entre la ciudad-estado y seis urbes chinas, como Shanghai o Guangdong, detalló el Ministerio singapurense de Exteriores

Los viajeros singapurenses y chinos tienen que solicitar visado con antelación, aunque quedan exentos, gracias a este pacto, de cumplir una cuarentena obligatoria de 14 días a la entrada al país.

Si bien deben pasar una serie de controles médicos y dar negativo en las pruebas -48 horas antes del viaje y después de aterrizar- por la COVID-19, además de acarrear con los costes de estos test.

Aunque a la llegada al destino, deberán permanecer aislados uno o dos días hasta conocer el resultado de la última prueba.

Las autoridades también piden a los viajeros que eviten utilizar durante sus traslados las líneas de transporte de masas y en su lugar usen coches privados o taxis.

Además, en ambos países deberán descargarse la aplicación para teléfono móvil que ayuda a rastrear sus movimientos.

Singapur y China -donde supuestamente surgió el virus- son los países asiáticos con más contagios de la COVID-19, aunque aseguran mantener bajo control la propagación del virus.

La ciudad-estado, por su parte, se encuentra en conversaciones con otros países como Corea del Sur, Nueva Zelanda y Malasia, para tratar de acordar "burbujas de viaje" similares.

"Esto es parte de la reapertura gradual de las fronteras de Singapur para actividades esenciales en el extranjero y se permita la entrada segura de un número limitado de foráneos, con la necesidad de garantizar la salud pública", apuntó el pasado miércoles el Ministerio singapurense de Exteriores.