ODEBRECHT
Los acreedores de Odebrecht aprueban un plan de reestructuración de 12 filiales
Los acreedores del gigante brasileño Odebrecht han aprobado un plan de recuperación judicial de 12 de sus 20 filiales para reestructurar su deuda, según informó la compañía en un comunicado.
El presidente del grupo, Ruy Sampaio, ha asegurado que después de 10 meses de "intensas negociaciones", se ha conseguido la aprobación judicial por parte de los acreedores para comenzar un período legal de dos años de recuperación judicial. "Esta es una prueba de que estamos siguiendo el camino correcto, con un plan realista y factible, y con muchas esperanzas para el futuro", ha añadido.
Esto se produce después de que los acreedores del grupo rechazaran la propuesta inicial del conglomerado de incluir a las 20 subsidiarias en un único plan de reestructuración. "Estamos convencidos de que las otras ocho compañías tendrán sus planes aprobados dentro de los 60 días", ha afirmado Sampaio.
"El paso dado hoy es decisivo para la recuperación económica y financiera de Odebrecht. A partir de ahora, comienza una nueva etapa en la trayectoria de un grupo que, en 75 años de existencia, ha hecho una importante contribución al desarrollo sostenible en Brasil y en varios países", ha enfatizado el presidente.
En 2016, varios altos ejecutivos de la firma brasileña reconocieron ante la Justicia de Estados Unidos que se habían realizado sobornos por toda la región por un valor de más de 700 millones de euros con el fin de lograr contratos para más de 100 proyectos en toda la región, desde República Dominicana hasta Argentina.
La mediática operación brasileña, conocida como 'Lava Jato' ('Lava Coches', en portugués) tiene como principal agente corruptor a Odebrecht, la cual tendría supuestamente en nómina a figuras tan relevantes de la política latinoamericana como a los expresidentes de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) y Michel Temer (2016-2018); a los de Perú, Alejandro Toledo (2001-2006), Ollanta Humala (2011-2016) y su esposa Nadine Heredia, y Pedro Pablo Kuczynski.
Hace cinco años, la Fiscalía de Brasil estaba investigando una trama corrupta relacionada con la petrolera Petrobras, con participación estatal, cuando comenzó a enfocar sus investigaciones hacia Marcelo Odebrecht, expresidente de la constructora, quien había estado financiando a partidos políticos brasileños a cambio de contratos públicos.
La relación con Petrobras se descubrió en 2014, después de que las autoridades brasileñas descubrieran en una gasolinera de Brasilia, la capital, una casa de cambio desde la que se blanqueaba dinero. El grupo reconoció estos casos y se comprometió con las autoridades de varios países a pagar multas millonarias a cambio de poder seguir teniendo actividad.