ITALIA CORONAVIRUS
Pese a las dolorosas cifras de muertos, Italia ve un poco de luz
La batalla no está ganada y los balances de víctimas del nuevo coronavirus siguen siendo terribles en Italia, pero el domingo, por primera vez, sus responsables dejaron entrever una tímida esperanza sobre un retroceso de la pandemia.
En un mes, cerca de 5.500 personas han muerto por el coronavirus en Italia, que es, con diferencia, el país más afectado del planeta, con un tercio de los fallecidos contabilizados por la AFP con base en datos oficiales.
En las últimas 24 horas, 651 personas murieron en la península, una cifra muy alta, pero inferior al récord de la víspera (793).
"Las cifras anunciadas hoy (domingo) son inferiores a las de ayer. Espero y esperamos todos que (la tendencia) se confirme en los próximos días", dijo el director de la Protección Civil, Angelo Borrelli.
- Semana crucial -
"Pero no hay que bajar la guardia", advirtió al término de un segundo fin de semana de confinamiento para los italianos. Sus libertades están drásticamente limitadas en el conjunto del territorio desde hace casi dos semanas y los controles se recrudecieron este fin de semana en las calles de las ciudades desiertas y atronadoramente silenciosas.
"No hay que dejarse llevar por un entusiasmo exagerado ni sobreinterpretar" este balance del día, pero "es una señal que recibimos positivamente", dijo por su parte Franco Locatelli, un responsable de las autoridades sanitarias italianas.
"Las primeras medidas estrictas de confinamiento se adoptaron el 11 de marzo. Por tanto, esperábamos resultados al cabo de dos o tres semanas. La semana próxima será absolutamente crucial", y "esperamos ver una inversión de la tendencia", dijo, aunque recordó que hay que tomar las mayores precauciones en el marco familiar para evitar cualquier contagio.
- 'Más claros que oscuros'-
Esta tímida esperanza procede de la región de Lombardía, donde se ubica Milán, muy afectada, con 3.456 muertos. Pero el aumento de casos positivos cayó la mitad (1.691 el domingo frente a los 3.251 de la víspera).
"Son datos que suelen ser un claroscuro. Pero hoy son más claras que oscuras, pese a que no cantamos victoria", declaró el responsable de Salud de la región lombarda, Giulio Gallera.
En esta región rica, los hospitales están desbordados y el personal agotado. "Es el momento de hacer la enésima demostración de que somos una nación unida y solidaria, de responder en tanto que país. El traslado de enfermos (hacia otras regiones) es el único mecanismo para garantizar la solidez de las estructuras" en Lombardía, dijo Franco Locatelli.
Médicos y enfermeras están en primera línea. Andrea Carli, un generalista de Lodi (Lombardía), que falleció el 19 de marzo, es el último en la lista de médicos que han sucumbido al coronavirus, según datos del colegio, y que ya cuenta con 18 nombres en esa lista sinestra.
El sábado, responsables políticos y médicos lombardos habían pedido medidas de confinamiento más draconianas. El primer ministro, Giuseppe Conte, anunció el cierre de las actividades productivas no esenciales.
El domingo, el gobierno prohibió los desplazamientos en transportes públicos o privados a comunas diferentes, "salvo por razones demostradas de trabajo, urgencia absoluta o por motivos de salud".
Pero "hemos llegado al máximo de lo que pueden ser las medidas de prevención del contagio en términos sociales", dijo Franco Locatelli.
También precisó que no tenía conocimiento de la muerte o del ingreso en cuidados intensivos de pacientes menores de 20 años. "Y entre los fallecidos, solo hay un 1% de menos de 50 años. Son siempre personas mayores que hay que proteger, antes que nada, sin subestimar el papel de los más jóvenes en la propagación del virus".