FRONTERA

¿Por qué la Patrulla Fronteriza se niega a vacunar a los migrantes contra la influenza?

Crédito The New York Times

Crédito The New York Times

Desde diciembre de 2018, tres niños migrantes han muerto de influenza en los centros ubicados a lo largo de la frontera suroeste, donde los migrantes habitualmente se quejan de que las bajas temperaturas enferman a los niños, además, los médicos han informado que las condiciones de hacinamiento multiplican las infecciones.

Este año, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés), preocupados por la propagación de enfermedades respiratorias infecciosas en las congestionadas instalaciones fronterizas, recomendaron las vacunas contra la gripe “en el primer punto de entrada” para los migrantes de 6 meses de edad en adelante.

Pero los funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por su sigla en inglés) se han negado a implementar un programa de vacunación, argumentando que la mayoría de los migrantes pasan menos de 72 horas en las instalaciones de la Patrulla Fronteriza.

Esta semana, la controversia llegó a un punto crítico cuando unos 20 profesionales médicos que transportaban hieleras con vacunas contra la gripe se presentaron en un centro de detención de migrantes cerca de San Diego, anunciando su plan para inocular a todos los que estuvieran dentro de las instalaciones y que dieran su consentimiento.

A los médicos y enfermeras, miembros de una nueva organización de derechos de los inmigrantes centrada en la salud, se les dijo que regresaran al día siguiente para una reunión con los funcionarios fronterizos, pero, al final, no les permitieron administrar las vacunas gratuitas.

“Por supuesto que la Patrulla Fronteriza no permitirá que un grupo cualquiera de activistas políticos radicales llegue y comience a inyectarle medicamentos a las personas”, dijo en Twitter el secretario de prensa del Departamento de Seguridad Nacional.

Intentar proporcionarle vacunas contra la gripe a todos durante los pocos días que pasan en custodia de la Patrulla Fronteriza no tiene sentido, dijeron las autoridades, porque quienes continúan recluidos en los centros de detención a largo plazo reciben vacunas de manera regular.

La agencia fronteriza, que hace aproximadamente un año invitó a los CDC a inspeccionar sus instalaciones, dijo que había ampliado significativamente sus programas médicos con más de 250 empleados de atención médica que ahora trabajan a lo largo de la frontera.

“Intentar implementar un sistema de vacunación integral allí sería un reto de logística por varias razones”, dijo la agencia en un comunicado. “El sistema y el proceso para implementar las vacunas, incluidas las cadenas de suministro de vacunas, el control de calidad, la documentación y el consentimiento informado, ya están vigentes en otras etapas del proceso de inmigración, donde corresponden”.

Los funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, el organismo responsable de la detención a largo plazo de migrantes en Estados Unidos, dijeron que la agencia tenía un programa masivo anual de vacunación contra la gripe. A los niños se les ofrecen vacunas “apropiadas para su edad”, y a los adultos que lo necesitan se les ofrecen vacunas contra la varicela.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos, que supervisa los refugios a largo plazo para niños migrantes, dijo que también proporcionaba vacunas, conforme a los lineamientos federales, incluidas las que combaten la influenza.

Pero los médicos que instan a la agencia a administrar vacunas contra la gripe en la frontera señalan que muchos migrantes que llegan allí no son trasladados a los centros de detención a largo plazo donde se administran las vacunas. Con las nuevas políticas más restrictivas del gobierno de Trump, miles son enviados de vuelta a México, donde muchos esperan en campamentos fronterizos hacinados y poco saludables.

Muchos, incluidos los agentes de la Patrulla Fronteriza, se han quejado del riesgo de transmisión de enfermedades en las instalaciones fronterizas abarrotadas. Muchos migrantes están enfermos cuando son detenidos, o se enferman poco después de llegar a los centros de procesamiento de la Patrulla Fronteriza.

Christopher Cabrera, vicepresidente del sindicato local de agentes de la Patrulla Fronteriza en el Valle del Río Grande, la región más ajetreada de la Patrulla Fronteriza, habló en una entrevista en abril sobre los males y las enfermedades que se presentan en el edificio.

“La mayoría de nuestros agentes se enferman”, dijo Cabrera, quien ha sido un agente de la Patrulla Fronteriza durante 17 años. “Las enfermedades infecciosas están por doquier. Ahí siempre hay sarna. Por lo general, tenemos varicela. Tenemos tuberculosis. Lo que sea, probablemente ya haya estado en ese edificio”.

La representante demócrata de Connecticut, Rosa L. DeLauro, dijo que era “inadmisible” que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza siguiera oponiéndose a vacunar a los inmigrantes que se encuentran bajo su custodia.

“Los funcionarios de salud pública de los CDC brindaron orientación y recomendaciones al personal de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza con respecto a la temporada de influenza”, dijo DeLauro, presidente del Subcomité de Asignaciones de la Cámara de Representantes que supervisa los fondos para el Departamento de Salud y Servicios Humanos. “Sin embargo, informes recientes indican que es poco probable que los funcionarios de la CBP vacunen a niños y familias en la frontera para protegerlos a ellos y a otros de la influenza”.

Desde el año pasado, varias organizaciones médicas, incluida la Academia Estadounidense de Pediatría, han alertado sobre la atención sanitaria en las instalaciones fronterizas.

Doctors for Camp Closure, el grupo que esta semana lideró el intento de vacunación, representa a unos 2000 profesionales médicos y estudiantes. Esa organización estuvo trabajando durante más de un mes a fin de lograr la aprobación de un programa piloto para inocular a los que están bajo custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, dijo Marie DeLuca, médica y cofundadora, que es una de las seis personas que fueron arrestadas el 10 de diciembre en la sede regional de la Patrulla Fronteriza en Chula Vista, California.

“Después de más de un año de inacción, creemos que es importante demostrar que hablamos en serio y estamos listos para proporcionar vacunas contra la gripe”, dijo DeLuca, doctora de Nueva York especializada en medicina de emergencia.