México: Tiroteo en El Paso, acto terrorista contra mexicanos
El gobierno de México dijo ayer que considera que el tiroteo en El Paso, Texas, que provocó la muerte de ocho de sus ciudadanos, es un "acto terrorista" contra los mexicanos y que espera que conduzca a cambios en las leyes de armas de Estados Unidos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que México respetará el debate que se desarrollará en Estados Unidos luego del ataque perpetrado el sábado que provocó 22 muertes, pero comentó que cree que la discusión podría conducir a un cambio.
"Puede llevar a una modificación a sus leyes porque es muy impactante lo que está sucediendo, lamentablemente muy fuerte", dijo López Obrador. "No descarto que puedan llevar a cabo modificaciones a su Constitución y las leyes. Son tiempos nuevos, siempre hay que estar ajustando la parte legal a la nueva realidad".
Muchas personas en México estaban impactadas el domingo ante las revelaciones de que la masacre podría haber estado dirigida contra los hispanos, en especial contra mexicanos.
El secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard exhortó al gobierno de Estados Unidos a "que fije una posición clara y contundente contra los crímenes de odio", luego de lo que describió como "un acto de terrorismo" contra los mexicanos.
El lunes, Ebrard elevó a ocho la cifra de mexicanos fallecidos. Anteriormente, había dicho que siete habían resultado heridos. Ebrard viajó el mismo lunes a El Paso para reunirse con las familias de las víctimas.
"México está indignado", declaró el canciller.
En tanto, la policía de El Paso elevó la cifra total de muertos a 21 y dijo a través de Twitter que otra víctima falleció en un hospital el lunes por la mañana. Más tarde, un hospital de la localidad fronteriza anunció otro deceso, aumentando el total a 22.
Ebrard señaló que México emprendería medidas legales contra el negocio que vendió el arma al agresor, y que la fiscalía del país declararía la masacre como un acto de terrorismo contra mexicanos. Eso daría a los fiscales mexicanos acceso a la información del caso, añadió Ebrard. Posteriormente, la Fiscalía General de la República decidiría si pide la extradición del agresor.
"Para México este individuo es un terrorista", aseveró Ebrard.
Investigadores federales estadounidenses creen que el perpetrador publicó minutos antes de la masacre un manifiesto en internet en el que criticaba una supuesta "invasión" de hispanos hacia Estados Unidos. Aparentemente, procedió a abrir fuego en un centro comercial de El Paso ubicado a unos 8 kilómetros (5 millas) del principal cruce fronterizo con Ciudad Juárez, México.
Decenas de miles de mexicanos cruzan legalmente la frontera a diario para ir a trabajar o de compras a la ciudad de 680.000 habitantes. Más del 80% de la población del condado de El Paso es de origen latino, según datos del censo más reciente.
Las víctimas mexicanas fueron identificadas como Sara Esther Regalado, de Ciudad Juárez; Adolfo Cerros Hernández, de la ciudad de Aguascalientes; Jorge Calvillo García, de Torreón, Coahuila; Elsa Mendoza de la Mora, de Yepomera, Chihuahua; Gloria Irma Márquez, de Ciudad Juárez; María Eugenia Legarreta Rothe, de la ciudad de Chihuahua; Iván Filiberto Manzano, de Ciudad Juárez, y Juan de Dios Velázquez Cháirez, de Zacatecas. Otras víctimas también podrían haber sido de ascendencia mexicana.
Conforme la noticia acaparaba los titulares del fin de semana, algunos en México dijeron que es el resultado natural del latente resentimiento que el presidente Donald Trump había inyectado desde el inicio de su campaña presidencial, cuando llamó a los mexicanos "violadores" y criminales. La relación entre Estados Unidos y México se deterioró aún más una vez que asumió el mandato, prometió la construcción de un muro fronterizo y la imposición de aranceles a las importaciones procedentes de México.
El domingo, López Obrador cuidó sus palabras al hablar del tiroteo.
"A pesar del dolor, de la indignación" que sienten los mexicanos, dijo, Estados Unidos se encamina rumbo a las elecciones y México no quiere interferir en los "asuntos internos" de otros países. También dijo que lo ocurrido en Texas reafirmó su convicción de que "no deben de enfrentarse los problemas sociales con el uso de la fuerza y con la incitación al odio".
El expresidente Felipe Calderón tuiteó que sin importar si la masacre fue un crimen de odio, Trump "debe parar con su discurso de odio. Debe dejar de estigmatizar a otros".