REFUGIADA
Joven saudita que huyó de su familia cierra su cuenta de Twitter tras "amenazas"
Una joven saudita que había sido detenida en Tailandia después de haber huido de su familia cerró repentinamente su cuenta de Twitter, que había utilizado para conmover al mundo entero, después recibir "amenazas" de muerte según explican sus amigos.
El viernes, la joven publicó un misterioso tuit: "Tengo a la vez buenas y malas noticias", y después su cuenta fue desactivada.
"Rahaf recibió amenazas de muerte y por esta razón ha cerrado su cuenta de Twitter, por favor salven la vida de Rahaf", tuiteó @nourahfa313, que apoyó la campaña de la joven saudita en las redes sociales.
La huida de Rahaf Mohamed al Qunun, de 18 años, del reino ultraconservador, movilizó a las organizaciones de defensa de los derechos humanos, y las autoridades tailandeses habían amenazado en un principio con reenviarla a su país.
Detenida el fin de semana pasado a su llegada a Bangkok, desde Kuwait, la joven, equipada con su celular y una cuenta de Twitter abierta apresuradamente, se encerró en una habitación de hotel del aeropuerto y forzó a las autoridades tailandesas a cambiar de idea.
La policía de inmigración tailandesa la puso bajo protección de representantes de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
La joven declaró que quería pedir asilo en Australia, asegurando que huía de la violencia psicológica y física de su familia, que desmintió estas acusaciones. Al Qunun afirmó también a la oenegé Human Rights Watch (HRW) que deseaba renunciar al islam, lo que la pone "gravemente en peligro", señaló la oenegé.
"Creo que ha recibido amenazas de muerte pero no conozco los detalles", declaró Phil Robertson, representante en Aisa de HRW.
La campaña mediática de la saudita hizo que su caso fuera tratado de manera urgente, pero aunque las autoridades australianas anunciaron que estudiaban su petición de asilo aún no se sabe qué país aceptará acogerla.
Tailandia no es signatario de una convención de la ONU sobre los refugiados y los solicitantes de asilo suelen ser expulsados o esperan años antes de ser enviados a un tercer país.