ESPAÑA

El nuevo Gobierno español será monocolor, paritario y trabajará en minoría

Pedro prometió a su cargo sin biblia ni crucifijos, a diferencia de todos los presidentes de la democracia de España. Composición de fotografía de la agencia AFP.

Pedro prometió a su cargo sin biblia ni crucifijos, a diferencia de todos los presidentes de la democracia de España. Composición de fotografía de la agencia AFP.

El nuevo jefe del Ejecutivo español, el socialista Pedro Sánchez, anunciará la próxima semana su Gobierno, que será monocolor y paritario y tendrá que encarar en minoría desafíos como el contencioso independentista catalán o la estabilidad presupuestaria.

Los nombres de quiénes formarán parte de su equipo se mantienen en secreto, pero las tradicionales cábalas apuntan ya a que se rodeará de quienes han sido sus apoyos fundamentales dentro del Partido Socialista (PSOE) para ocupar los principales puestos. Desde que fue elegido presidente tras ganar la moción de censura contra su antecesor, el conservador Mariano Rajoy, el pasado viernes, Sánchez, que tomó posesión ayer del cargo, se ha mantenido en silencio, pero en sus intervenciones en el Congreso esos días ya dio algunos datos sobre las bases del futuro Ejecutivo. Bajo el "respeto a la Constitución, a la democracia y a la unidad de España" su prioridad será, dijo, "favorecer la cohesión social y territorial de España", que considera dañada por los casi seis años y medio de Gobierno de Rajoy y acrecentada por el desafío independentista en Cataluña. Ello sin romper el principio de estabilidad presupuestaria y cumpliendo con "los deberes europeos", algo que Sánchez tendrá que conseguir con un apoyo de 84 diputados (de un total de 365), a los que se sumaron 96 procedentes de los siete grupos parlamentarios que le dieron su apoyo en la moción de censura, entre ellos los nacionalistas vascos y catalanes. En esas circunstancias, Sánchez y su futuro Gabinete tendrán que asumir los Presupuestos del Estado que fueron aprobados hace 15 días en el Congreso con el voto contrario de los socialistas y el apoyo del PNV (nacionalistas vascos moderados). El nuevo presidente del Gobierno, que todavía no se ha trasladado a su residencia oficial en La Moncloa, admitió las cuentas del Estado en vigor para asegurarse el voto favorable de los cinco diputados del PNV, fundamentales para ser investido y que deberán ser ratificados por el Senado español, donde el Partido Popular (centro-derecha) tiene mayoría. Fuentes populares aseguraron el pasado viernes tras prosperar la moción de censura que no pondrían trabas a su tramitación en la Cámara Alta, aunque hoy anunciaron que presentarán las enmiendas que consideren "oportunas" y no descartaron que estas puedan afectar a acuerdos presupuestarios alcanzados con la formación vasca. Nada más triunfar la moción de censura, la portavoz de la Comisión Europea Mina Andreeva destacó que la CE ha "tomado nota de que el Gobierno de Sánchez no modificará los presupuestos, lo cuál es un punto importante". Pedro Sánchez, de 46 años, asume la formación de un nuevo Ejecutivo en un momento en el que la economía en España crece a un ritmo anual del 3 %, pero con una tasa de paro y un nivel de deuda pública que está entre los más altos de la UE. Con un paro de alrededor del 16 %, tendrá que decidir si toma medidas para revertir la reforma laboral del PP de 2012, una de las principales reivindicaciones de los socialistas en la oposición. De igual manera deberá determinar si toma la iniciativa para una eventual reforma del sistema de las pensiones, un asunto espinoso en la elaboración de los Presupuestos de este año, que dio origen a numerosas movilizaciones sociales en España. En el plano internacional, el nuevo presidente del Gobierno español inaugurará su agenda mañana lunes recibiendo en Madrid al presidente de Ucrania, Petró Poroshenko. Fuera de España, viajará al menos este mes en cuatro ocasiones a Bruselas, donde en julio coincidirá por vez primera con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En la capital belga, asistirá los días 28 y 29 de junio a su primera reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, y regresará el 11 y 12 de julio para la cumbre de la OTAN. Entre las citas internacionales fijadas ya para los próximos meses, participará en Antigua (Guatemala) los días 15 y 16 de noviembre en la XXVI Cumbre Iberoamericana, en la que también estará presente el rey de España, Felipe VI. En Latinoamérica asistirá también a la Cumbre del G20 que se desarrollará en Buenos Aires del 30 de noviembre al 1 de diciembre.