GOBIERNO
Portugal prohibirá fiestas en monumentos funerarios tras polémica en Panteón
El Gobierno portugués prohibirá que se celebren eventos festivos en otros dos monumentos funerarios tras la polémica desatada por permitir una cena en el Panteón Nacional de Lisboa, dijo el ministro de Cultura luso, Luís Filipe Castro Mendes.
"Vamos a determinar ya que los tres panteones nacionales sean vedados a utilizaciones festivas, cualquier servicio de 'catering', no excluyendo, sin embargo, un acto cultural o un homenaje a una gran figura nacional", sostuvo el ministro en una entrevista con el semanario luso Expresso publicada hoy.
Así, a la ya anunciada prohibición de eventos festivos en el Panteón Nacional de Lisboa se unirá el veto a realizar celebraciones en el Monasterio de los Jerónimos, también en la capital portuguesa, y el Monasterio de Batalha, situado en el centro del país.
La celebración de actos festivos en monumentos portugueses está contemplada por la ley, pero la indignación despertada por el hecho de que se organizase una cena (con motivo de la Web Summit) en un lugar donde descansan los retos mortales de grandes figuras del país ha llevado al Gobierno del socialista António Costa a prometer cambios.
"Entendemos ahora que eso no es razonable", admitió el ministro, quien agregó que, además de prohibir fiestas en los panteones nacionales, también incrementará el precio de alquiler para actividades lúdicas en el resto de monumentos.
Este tipo de alquiler, posible en hasta 23 espacios monumentales, genera anualmente 550.000 euros, una cantidad que representa el 2,2 % del total de partidas que recibe la Dirección General de Patrimonio Cultural, encargada de dar autorización para la utilización del espacio.
Se trata de una cifra modesta aunque "relevante" para el presupuesto, defiende Castro Mendes.
"No sería una tragedia perder ese ingreso, pero no me parece que estuviese justificado prohibir sin más la rentabilización del patrimonio cultural (...) Un concierto en una iglesia no choca a nadie, un concierto en el Panteón tampoco chocará a nadie", afirmó.
Lo que sí está sobre la mesa es incrementar el precio, dijo, puesto que el ministro considera "absurdo" que el alquiler para la cena en el Panteón Nacional de hace dos semanas costase poco más de 5.000 euros.
"No nos repugna la utilización privada de otros monumentos (que no sean panteones), siempre y cuando se paguen muy bien", concluyó Castro Mendes.