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El papa pedirá una verdadera reconciliación y mayor igualdad en Colombia
El papa Francisco hará en su viaje a Colombia, del 6 al 10 de septiembre, un llamamiento para que el país alcance una verdadera reconciliación tras los acuerdos de paz con la guerrilla de las FARC y abogará por una mayor igualdad social.
La decisión de Francisco de viajar a Colombia no fue fácil. En numerosas ocasiones se anunció la visita y en otras tantas el papa la desmintió al afirmar que iría al país sólo en el momento en el que la paz fuese una garantía.
La preocupación del pontífice argentino por lo que ocurría en Colombia quedó patente cuando al recibir el 15 de junio de 2015 al presidente Juan Manuel Santos, Francisco le dijo: "Usted es la persona por la que más he rezado".
Incluso durante su viaje a Cuba, por sorpresa se refirió a Colombia y pidió: "Por favor, no tenemos derecho a permitirnos otro fracaso más en este camino de paz y reconciliación".
Histórica e inédita fue también la reunión organizada en pocas horas en el Vaticano el pasado 16 de diciembre entre Santos y el líder de la oposición, Álvaro Uribe, a quienes instó "a un diálogo sincero" ante el "histórico momento" que vive el país.
Pero desde el Vaticano se ha insistido en quitar cualquier connotación política al viaje.
"Él no viene con el sentido de dar un apoyo político al presidente, sino para impulsar al pueblo colombiano para colaborar en la construcción del país con paz, hermandad y justicia", explicó en una reunión con periodistas en Roma el obispo colombiano José Octavio Ruiz Arenas, secretario del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.
Para el vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina, el uruguayo Guzmán Carriquiry, el tema que acompañará todo el viaje a Colombia será el de la reconciliación en un país donde ha existido una "cultura de la violencia" y donde los acuerdos de paz han creado una "fortísima polarización en todos los ámbitos de la sociedad".
Y consideró "que no se puede instrumentalizar políticamente la visita porque se caería en el absurdo".
Por ello el evento clave de esta visita será el gran encuentro de oración por la reconciliación nacional que se celebrará en Villavicencio, con la presencia de grupos de víctimas y de agresores del conflicto armado.
Fuentes del vaticano han insistido en aclarar que no habrá propiamente un encuentro con las FARC, pero que miembros de la desmantelada guerrilla pueden estar presentes en este acto.
También llamará a la reconciliación a los obispos del país, ya que el acuerdo de paz con las FARC ha dejado una importante polarización en el clero, como en el resto del país, reconoció Ruiz Arenas.
En Villavicencio, Francisco pronunciará otro de los mensajes que llevará al país, el llamamiento a proteger el medioambiente plasmado en su primera encíclica "Laudato si".
Se espera también que desde Villavicencio, capital del departamento del Meta y puerta de entrada a los Llanos Orientales, que se extienden hasta la vecina Venezuela, Francisco reitere de nuevo sus deseos de paz y diálogo en este país.
En el tercer día irá a Medellín, "zona rica de vocaciones religiosas y sacerdotales", donde abordará "todo lo que tiene que ver con la vocación", explicó Ruiz Arenas.
No se descarta que sea el lugar donde Francisco haga una referencia al problema del "narcotráfico".
Francisco ha elegido también la turística Cartagena de Indias por ser el símbolo de la belleza y del bienestar y, por otra parte, un lugar que refleja la situación de la población marginada del país.
Con más de un millón de habitantes pobres, la mayoría afroamericanos que siguen sufriendo discriminación, Francisco lanzará su denuncia contra la desigualdad al visitar una de las barriadas más pobres, San Francisco, y rendir homenaje a San Pedro Claver, el jesuita español que intentó dar dignidad a los miles de esclavos africanos que llegaban al Nuevo Mundo.
El cardenal Rubén Salazar, arzobispo de Bogotá, también explicó en un encuentro con los medios de comunicación en el Vaticano que en la misa que se celebrará en Bogotá, y en la que se espera a unas 500.000 personas, el papa abogará por "la defensa de la vida" como algo "sagrado".