A DISTANCIA

Armas e inadaptados

Avatar del Listín Diario
Adolfo ValenzuelaSanto Domingo

Quizás sea una casualidad, pero cada vez que ocurre una de esas matanzas en Estados Unidos que la lógica presenta como sin sentido, los líderes plantean que hay que discutir sobre las leyes de armas vigentes.

También se repite el fenómeno de los “lobos solitarios”, o de aquellos, usualmente hombres, de origen musulmán que nacieron en sociedades occidentales, pero que se radicalizaron porque no se sienten integrados a la sociedad en la que se desenvuelven.

En el caso de Omar Mateen, autor de las 49 muertes en la discoteca gay Pulse, no se diferencia muchos de casos similares que tuvieron lugar en Madrid, en el 2004, Francia, 2015 y 2016; Bélgica, 2016 y Londres en el 2005. Ni hablar del 11 de septiembre.

Ahora han surgido cientos de noticias y/o especulaciones sobre que era un homosexual que no había salido del closet, que era inconstante en su relación con sus esposas (se casó dos veces); que en principio no era muy religioso pero que luego se adhirió al Ejército Islámico y que éste influyó en su acción, etc.. Y el EI, por supuesto, aprovechó la propaganda porque uno de los suyos había “ayudado a la causa”.

Pueden surgir miles de teorías sobre el cómo y el porqué, pero la realidad es que, como dijo la candidata demócrata, Hillary Clinton, “podemos tener nuestras diferencias respecto a las regulaciones sobre la seguridad y las armas pero hay puntos esenciales en los que todos debemos pensar igual: si el FBI te está investigando por posibles vínculos terroristas, no deberías poder comprar un arma sin ningún tipo de inconveniente”. Además, ¿usted entra a una discoteca con armas por cualquier resquicio y nadie se entera?

El gobierno de Barack Obama, cuya administración ha vivido varias de estas tragedias, ha tratado de establecer un mayor control en las ventas de armas, pero la lucha ha sido infructuosa.

Harry Reid, líder de la minoría demócrata en la Cámara Alta, ha expresó que aunque los demócratas habían propuesto el año anterior una ley para evitar que el atacante de Orlando pudiera adquirir armas, la mayoría republicana, “tradicionalmente muy vinculada al sector productor de armamento, tumbó la propuesta”. El enemigo no está fuera, las armas continuarán vendiéndose y siempre aparecerá uno que querrá convertirse en “martir”.

Tags relacionados