NACIONES UNIDAS
Agenda: ébola y Cercano Oriente
Las tensiones en Oriente Medio y la profunda crisis que viven Liberia y Sierra Leona por el brote de ébola dominaron ayer la penúltima jornada de las sesiones de alto nivel de la Asamblea General de Naciones Unidas. En una de las presencias más esperadas en este foro, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, utilizó la tribuna de la ONU para arremeter contra Irán, contra el movimiento palestino Hamás y contra los grupos terroristas islámicos que amenazan la paz mundial. Netanyahu metió a todos en un mismo grupo, al equiparar el peligro que representa el terrorismo del Estado Islámico (EI) con la posibilidad de que Irán desarrolle bombas nucleares si no se obliga a ese país a desmantelar su programa de enriquecimiento de uranio. “Derrotar al Estado Islámico (EI) y dejar a Irán con poder nuclear es ganar una batalla, pero perder la guerra”, afirmó Netanyahu en un discurso. El brote de ébolaSi la jornada matutina de ayer en la Asamblea General de la ONU estuvo dominada por Oriente Medio, la vespertina quedó marcada por las intervenciones de Liberia y Sierra Leona, que acudieron a Nueva York para describir las repercusiones del brote del ébola. “La crisis del ébola no es una crisis de salud; es una crisis total”, afirmó el ministro de Exteriores de Liberia, Augustine Kpehe Ngafuan, en cuyo país han muerto 1,800 de las 2,800 víctimas fatales que ha tenido el brote del virus en África Occidental. Se quejó de que el país se estaba recuperando del impacto en el sistema de salud causado por catorce años de guerra civil y ahora “ha vuelto a caer por el peso del virus mortal”.