EL PAPA
Benedicto XVI pide a los hombres que "respeten" la tierra
Benedicto XVI hizo ayer un llamamiento a los hombres para que "respeten" la tierra que Dios les ha dado y pidió asimismo a los fieles que recen por el viaje que realizará del 18 al 20 de noviembre a Benin y por todos los africanos que sufren la inseguridad y la violencia. El Pontífice hizo estas manifestaciones ante unas 40.000 personas que asistieron en la plaza de San Pedro del Vaticano al rezo del ángelus dominical, en el que exhortó a la caridad y a llevar una vida cristiana activa y diligente. El Obispo de Roma señaló que hoy la Iglesia celebra la Jornada de Agradecimiento por los frutos de la tierra que Dios ha puesto en las manos del hombre y dijo que mirando esos frutos "reconocemos que el trabajo del hombre sería vano si Él no los hiciese fecundos". "Sólo con Dios hay futuro en nuestros campos. Mientras damos gracias, tenemos que comprometernos a respetar la tierra que Dios ha puesto en nuestra manos", afirmó. El papa Ratzinger, hablando en francés, recordó que del 18 al 20 de noviembre viajará a Benin para entregar a los obispos africanos en Cotonú la Exhortación Apostólica (documento final) del Sínodo de Obispos africanos celebrado en 2009 en el Vaticano. El viaje coincide asimismo con el 150 aniversario de la evangelización de Benin y durante el mismo se recordará al cardenal Bernardin Gantin, natural de ese país, uno de los más cercanos colaboradores de Juan Pablo II, fallecido en 2005. "Os pido que recéis por este viaje y los habitantes del querido continente africano, en particular los que sufren la inseguridad y la violencia. Que Nuestra Señora de África acompañe y ayude los esfuerzos de todos las personas que trabajan para la reconciliación, la paz y la justicia", subrayó. Benedicto XVI manifestó que también hoy se celebra la Jornada Mundial de la Diabetes, enfermedad -precisó- crónica que afecta a muchas personas, entre ellas jóvenes. El papa expresó su solidaridad a todos los que sufren, a las personas que les ayudan y a médicos y trabajadores sanitarios y voluntarios que les asisten. Benedicto XVI destacó que en la liturgia de este domingo, el Evangelio exhorta a los fieles a la sobriedad, a la vigilancia y a una vida cristiana activa y diligente. "Los dones que el Señor ha depositado en nosotros son un tesoro que hemos de enriquecer cada día, como tierra fértil que da buenos frutos, y contribuir así a la edificación de la Iglesia y de la sociedad. Que la Virgen María nos acompañe en este servicio a la obra salvadora de Cristo. Muchas gracias y feliz domingo", dijo hablando en español. El Pontífice agregó, hablando en italiano, que la verdadera caridad consiste en amar tanto a los amigos como a los enemigos.