ESTADOS UNIDOS

Una comunidad busca inmigrantes

CHAMBLEE.- Odilio Pérez se ilusiona con una vida más allá del corredor de la Autopista Buford, lleno de centros comerciales, con una gran diversidad étnica y que cruza tres condados del sur del país. Pérez, un guatemalteco de hombros anchos, se radicó en esta localidad de las afueras de Atlanta hace más de una década, cuando las autoridades locales usaron los Juegos Olímpicos de 1996 para atraer inmigrantes, un componente fundamental para revitalizar la zona. A lo largo de la carretera de seis carriles se habla una docena de idiomas. Pero no está claro hasta qué punto se han cumplido las promesas hechas a los inmigrantes: por un lado, una política de mano dura contra los indocumentados y las difi cultades para conseguir la residencia permanente hacen pensar que Estados Unidos tiene poco interés en atraer extranjeros, mientras que por el otro, el comportamiento de los gobernantes y las empresas de comunidades como las de la Autopista Buford indica que los extranjeros son vitales para su futuro. En muchos casos se instalaron en los suburbios, no en los centros urbanos. Pocos sitios refl ejan esta transformación tan vívidamente como la Buford Highway, donde Rubén Lee, un argentino de origen coreano que vive aquí desde hace 20 años, le habla en español a sus empleados; donde el herbolario chino David Chu vende remedios para todo en cuatro idiomas asiáticos, y donde jornaleros hispanos combinan el español con dialectos precolombinos. “Esto no es un enclave, es un fenómeno nuevo”, sostuvo Michael Fix, director de estudios del Instituto de Políticas Migratorias, organismo independiente con sede en Washington.

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